Las campañas electorales para el proceso extraordinario de quienes aspiran a cubrir la vacante en el Senado, espacio que pertenece a Morena y seguramente ese partido retendrá, han cumplido 12 días y siguen sin despertar el interés del electorado.
No dan color ni los partidos ni los candidatos por lo que las campañas continúan sin prender, como si aún no arrancara el proceso electoral pues las reuniones que hacen hasta parecen internas, solo con sus militantes.
Es más, solo en los medios de comunicación y algunos políticos, quizá menos de la mitad de ellos porque nadie quiere desgastarse, se sabe que están en plena campaña para elegir un Senador que durará en el escaño año y medio, el pueblo en general ni por enterado, no hay mucho interés.
Son muchos factores por los que las campañas no terminan de prender, aparte de que los encampañados no traen una estrategia bien definida de posicionamiento y trabajo en territorio, los tiempos en los que inicio y se llevará a cabo el proceso son complicados, a eso le sumamos muchas festividades que llaman más la atención que un candidato.
Hay otro factor por el cual odia mucha gente la política, están en arranque de año, cuando la ciudadanía anda complicada económicamente y muchas familias subsisten de los apoyos sociales, ahora por culpa de un proceso extraordinario no les llegará su apoyito, eso no debe ser muy agradable para la gente necesitada.
De por si las campañas que antes eran intermedias, las de Senadores y diputados federales, siempre han sido frías pues la mayoría del electorado poco sabe para qué sirven, ahora que solo van por un solo escaño tres personajes pues peor, a nadie le interesa un puesto inútil para las mayorías.
Son más las necesidades de la gente que involucrarse en una campaña electoral, créame que a estas alturas del partido más del 60 por ciento del electorado no sabe cuando se llevará a cabo la elección, bueno, ni siquiera conoce quienes son los candidatos o que jabón les patrocina.
Esa es la realidad, el proceso electoral extraordinario, aparte de extremadamente caro para lo que realmente representara, es muy ajeno a la mayoría de los tamaulipecos.
Y si a eso le agrega que los candidatos poco hacen para que las campañas agarren calorcito pues peor.
No se les ve mucho en territorio, le están apostando a una campaña de aire y a medias, porque hasta los promocionales que aparecen en medios electrónicos dejan mucho que desear, pero se les olvida que lo que realmente impacta es el proselitismo de tierra, el hablarle cara a cara a la ciudadanía, de perdido que los conozcan.
No decimos que las mejores propuestas son las que ganarán, porque tampoco las hay, además a la ciudadanía en estos tiempos y para lo que durara el periodo de Senador suplente, ni siquiera le interesan porque saben que difícilmente se cumplirán.
El día de la elección ganará quien tenga más capacidad de movilización, esa es la verdad, en la elección próxima se duda, y mucho, que la ciudadanía acuda a las urnas por interés o convicción propio, muchos ni siquiera sabrán que hay votación.
Quizá a eso le estén apostando los candidatos, a el día D, a la movilización, pero de perdido que se esfuercen poquito en hacer una campaña digna, a generar interés entre la ciudadanía, porque lo cierto es que hasta ahora siguen sin motivar, no llaman la atención.
Les guste o no a los aspirantes a cubrir la senaduría, la realidad no han tenido la capacidad de que sus campañas llamen la atención, siguen frías, desangeladas.