En este espacio hice comentarios ayer nada exclusivos. Los conformé de las lecturas y escuchas de noticias sobre el presidente electo del vecino Estados Unidos y por más que los mexicanitos de baja estatura desestimen las locuras del neoyorkino, soy de los que opinan como el proverbio suizo que ilustra la primera línea.
Admito que como nación seguimos siendo tercermundistas, no solo por vendedores ambulantes que invaden las vías públicas, desde las peatonales hasta de hospitales, escuelas, oficinas de los tres gobiernos, sino aquellos connacionales de mente corta que siguen abusando de la ciudadanía, sin tener en cuenta de que el partido antes de las mayorías se transformó, no se extinguió.
Seguramente las advertencias como candidato al cargo que finalmente logró en las urnas, Donald Trump acusaba a México de estar gobernado por los cárteles, sentencia que ha repetido recientemente desde su finca en Miami, Fl., y hasta pareciera -por la reacción nacional- que es la primera vez que lo expresa.
Por más que la doctora presidente se esté ganando plumas antes muy criticadas por el macuspano, la realidad es que desde el Palacio Nacional exige a Trump respeto, soberanía, libertad e independencia de los mexicanos.
Sin duda que el tiempo dirá sobre las consecuencias de todo esto y en un descuido afectarían al huésped de la finca de la C_in_@d@ (chiapaneca), si lo llegan a relacionar con la delincuencia organizada mexicana, ya con panorama internacional, le darán un buen susto.
Desconocemos que pasó exactamente con Justin Trudeau, líder de su partido político y primer ministro de Canadá, quien prácticamente se vio obligado a renunciar a ambos cargos.
Sin duda porque de una u otra forma recibió presiones del todavía presidente electo de Gringolandia, quien no se limitó a influir para la salida del canadiense Trudeau, sino que se atrevió a ofrecer el cargo de primer ministro o gobernador del estado 51 de EU, al exjugador de hockey, Wayne Gretzky.
Sin cambiar de tema, solo haciendo una referencia, en una de estas gélidas mañanas de café, algunos compañeros de la cámara y la pluma, comentamos inicialmente sobre la actriz María Félix (Álamo, Sonora) quien ha sido considerada por muchos como la mujer más bella del país. Aunque en Facebook se publicó una foto abrazando a Elsa Aguirre (Chihuahua) que aseguraba que esta última era mucho más bella que la sonorense.
Los participantes de esta improvisada mesa de análisis urbano, coincidimos en que los caracteres de las actrices eran contrastantes, ya que la de Sonora fue siempre muy ‘atrabancada’ -directa dicen unos- fanfarrona, autoritaria y hasta impertinente -dicen otros-.
Los convidados al café matutino, con la verdadera libertad de una democracia, llegamos a la conclusión que el presidente electo de EU mucho tiene de María de los Ángeles Félix Güereña (1914-2002) nombre artístico de María Félix, porque ambos personales tienen una larga lista de sinónimos, partiendo de la soberbia.
A María la mexicana le valió la despótica actitud de belleza con la que siempre se condujo, adicionado a la sabiduría de decir lo correctamente impactante para impresionar a otros.
Donald el gringo, la seguridad de sus expresiones y la utilización de técnicas de intimidación con las que ha triunfado en sus negocios, incluso pocos son los que afirman que los dos últimos atentados hayan sido protagonizados como parte de la persuasión electoral para alcanzar su objetivo.
Lleve cuentas de los países que ha amenazado Trump… y volvemos al proverbio suizo: «El que sacude la casa de su vecino tendrá su propia casa sacudida.»
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