Desconozco cuál es la fuente de información de algunos comunicadores y medios, porque cuando surge un hecho, como el de la chica de enfermería golpeada por su novio, estudiante de medicina, inicialmente identificados como alumnos de la Autónoma de Tamaulipas, pero luego se les ubica como estudiantes del Instituto de Ciencias de Estudios Superiores de Tamaulipas (ICEST) plantel Madero.
Alternativamente los medios de información hablan de una casa de estudios universitarios u otra; además de que el campus sur de la Autónoma de Tamaulipas se ubica entre Tampico y Madero e ICEST en la zona centro de Madero, ambas al sur de la entidad.
También confunde que en las redes sociales se había publicado que el golpeador estaba detenido por la policía ministerial de Ciudad Mante, donde fue capturado, sin dar más detalles.
En contradicción, los medios nacionales insisten que sigue prófugo Christian de Jesús Rojas Martínez, por lo que la fiscalía general del Tamaulipas emitió la ficha de búsqueda donde ofrece una recompensa de 200 mil pesos de recompensa a quien proporcione información que lleve a su captura.
Desde luego, los hechos de violencia contra la vulnerable y joven chica son muy lamentables, porque nada puede justificar la agresión tan brutal y más cuando se sabe por la amiga que hizo el esfuerzo de defenderla.
Gracias a las declaraciones de los testigos trascendió que el agresor estudiante, detuvo la golpiza a Melanie por la intervención de amigos de la víctima quiénes lo entregaron a una patrulla de la policía municipal, la que llegó por una llamada al 911.
Lamentablemente los policías municipales dejaron ir a Christian de Jesús, el novio golpeador, porque los ‘guardianes del orden’ argumentaron “no había orden del hospital…” aunque la víctima estaba en el suelo esperando la llegada de la ambulancia.
Agencias informativas difundieron la noticia de que este jueves 7, la policía investigadora cateó el domicilio del agresor, ubicado en el Fraccionamiento Villas de Altamira, con la finalidad de encontrar pistas que lleven a la captura del prófugo.
Melanie de Jesús Barragán Guzmán es el nombre de la golpeada y atendida en el Hospital Regional No, 6 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y tras una muy delicada cirugía ocular, los galenos lograron salvarle el ojo izquierdo, a pesar de los pronósticos nada halagüeños que se esperaban.
Un periódico del sur del estado publicó este jueves que “…el rector Dámaso Anaya Alvarado, visitó a Melanie y a su familia en el hospital del IMSS y les ofreció todo el respaldo universitario y una beca permanente hasta que concluya sus estudios de licenciatura”.
EL MINISTRO ¿TRAIDOR?
Alberto Gelasio Pérez Dayán (nacido en la CDMX 1960) es un jurista que en diciembre de 2012 llega como ministro de la Suprema Corte de la Nación, propuesto por el presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa (2006-2012).
Egresado de la Universidad La Salle y por la Nacional Autónoma de México, se sabe que también posee especialidad en Derecho de Amparo, constitucional y Administrativo por la Universidad Panamericana.
Desde luego que, para los simpatizantes y seguidores de la 4T, incluyendo a la presidente Sheinbaum Pardo y los miembros más mediáticos del Poder Legislativo y uno que otro del golpeado Poder Judicial, la actitud del ministro Pérez Dayán fue coherente para invalidar la Reforma Judicial.
La discusión central del pleno de la Suprema Corte de la Nación se dio por el proyecto del ministro González Carrancá, donde se habla del número de votos necesarios ya que, de 11 ministros, según la Constitución se requerían ocho votos a favor del proyecto, pero la misma ministra presidente Norma Piña, asegura eran seis… y ahí el conflicto.
La presidente Sheinbaum aseguró que el ministro Pérez Dayán dijo “No estoy de acuerdo con la Reforma, pero mi opinión personal no implica aceptar el proyecto de inconstitucional.”
Del otro lado del escenario, de alta traición clasificaron a Pérez Dayán quienes tenían la esperanza de que el pleno de la Suprema Corte de la Nación pudiera invalidad algunos apartados de la Reforma, pero el voto sorpresivo cambió el rumbo, por lo que incluso hubo voces que sugirieron la presión del Estado, como sucedió con los Yunes de Veracruz.