La presidenta de la Junta de Gobierno del Congreso Local, Úrsula Salazar Mojica no lo quedó más remedio que reconocer que dejarán varias cuentas públicas pendientes ante las críticas que surgieron acerca de la revisión “al vapor” que pensaban realizar durante los últimos 30 días que le quedan a la actual legislatura local.
Si bien es cierto que no es nada nuevo porque en cada fin de periodo legislativo anuncian que revisarán todas las cuentas públicas de organismos descentralizados, municipios y del estado, lo cierto es que sólo verifican aquellas que políticamente les son redituables, es decir las de los ayuntamientos de la oposición o las de instituciones en que habrá cambio de titular.
Resulta sospechoso que sólo se revisen las cuentas públicas de pequeños municipios y no las de los grandes municipios, sobre todo cuando en el dictamen de los primeros sólo aparece que fueron errores administrativos u omisiones de algunos trámites, mientras que en el dictamen de los segundos no se han detectado alguna irregularidad.
En ambos casos, es decir en los municipios chicos y grandes casi nunca se finca alguna responsabilidad por el desvío de recursos públicos, excepto cuando el alcalde resulta ser de la oposición.
Lógicamente que la mayor responsabilidad para prevenir actos de corrupción recae en la Auditoría Superior del Estado (ASE), a cargo del auditor interino Francisco Antonio Noriega Orozco, quien debe vigilar la correcta aplicación de los recursos públicos que otorga el estado.
El antecesor de Noriega Orozco, es decir Jorge Espino Ascanio, nunca encontró ninguna irregularidad, ni siquiera en las Comisiones Municipales de Agua Potable (Comapas), que funcionan como “cajas chicas” de los alcaldes para desviar recursos públicos.
Se espera que Noriega Orozco haya logrado “detectar” los desfalcos que hay en varios organismos descentralizados, así como también los desvíos de recursos públicos en varios municipios para que las y los diputados de Morena presuman que ahora sí funciona la ASE.
Aunque se pueden mencionar casos de corrupción en varios municipios, sólo por mencionar uno que es a todas luces un escándalo en el sureste de la entidad, es el desvío de recursos públicos en Altamira, cuyo alcalde Armando Martínez Manríquez, se quejó amargamente luego de que el gobernador Américo Villarreal Anaya, anunció que las Comapas serán administradas por el estado.
La indignación del alcalde Martínez Manríquez llegó a tal grado que a viva voz gritó: “La Comapa de Altamira es de Altamira y los altamirenses”, para desafiar la autoridad del mandatario estatal.
En fin, vamos a ver si el auditor interino Noriega Orozco cumplió con su chamba de detectar a tiempo el desvío de recursos públicos a través de las auditorías practicadas a las Comapas, entre otros organismos descentralizados y de los municipios, a fin de que las y los diputados aprueben “al vapor” las 159 cuentas públicas que supuestamente revisarán.
Por otra parte, directivos y maestros del Colegio Ebenezer (Piedra de Ayuda) en Tampico sorprendieron gratamente a sus alumnas y alumnos porque para el regreso a clases organizaron un evento al estilo de “La Casa de los Famosos”, cuyo espectáculo ha generado diversas críticas entre los padres de familia, pero fue una delicia para las y los chiquitines.
Las críticas surgieron porque se trata de un colegio cristiano, luego de que el show o espectáculo consistió en instalar un sillón tipo confesionario, con cámaras fotográficas a cada lado, además toda la decoración la denominaron “El Cole de los Famosos”.
Las y los alumnos, entre risas y bromas, de inmediato se tomaron fotos para recordar este regreso a clases tan sui generis, que les encantó a pesar de que varios padres de familia pegaron el “grito en el cielo”.
Se espera que no haya ninguna represalia por parte de las autoridades educativas por promocionar un show o espectáculo de Televisa, pero no hay duda que a las y los alumnos del Colegio Ebenezer les encantó este regreso a clases.
En otro tema, el presidente López Obrador volvió a utilizar ese recurso de la “pausa” en la relación con gobiernos extranjeros, primero lo hizo con España cuando se negó a ofrecer una disculpa pública por la conquista de hace más de 500 años y ahora con Estados Unidos y Canadá porque sus embajadores en México, Ken Salazar y Graeme C. Clark, respectivamente, criticaron abiertamente la reforma judicial
El artilugio de López Obrador sólo sirve para llamar la atención de la opinión pública, pero no resuelve nada porque ambos embajadores reiteraron ayer su posición de criticar la reforma judicial, puesto que no combate la corrupción en el poder judicial ni mucho menos servirá para mejorar la aplicación de la justicia en nuestro país.
A propósito, la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo respaldo la “pausa” que dio López Obrador a la relación con los embajadores Ken Salazar de Estados Unidos y Graeme Clark de Canadá, cuyo apoyo confirma la versión de que será una “títere” del político tabasqueño.
Se espera que la primera presidenta de México cambie de actitud cuando asuma el poder del gobierno el próximo 1° de octubre, pero cada día se ve más difícil que logre dejar la dependencia que tiene, y que seguramente, tendrá con su antecesor en los próximos seis años.
De regreso al artilugio de López Obrador, no hay duda que el recurso de la “pausa” sólo tiene fines mediáticos, pero debe tener cuidado porque la oposición a la reforma judicial es una muestra clara que se acabó la paciencia de sus principales socios del T-MEC.
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