La ley

Concretamente el título de hoy se interpreta como el conjunto de ordenamientos para regular las relaciones sociales, del estado, de los particulares y del Estado, con el objetivo de buscar la equidad y justicia entre los elementos de una comunidad.

Las ciencias jurídicas estudian todo lo de las leyes y en su conjunto constituyen desde reglamentos simples hasta la propia Constitución y sus leyes reglamentarias.

Interpreto que en derecho mexicano la jerarquía tiene importancia determinante al imponer lo que corresponde, de tal forma que una ley no puede contradecir a otra y para efectos de justicia, lo legalmente válido es lo de mayor rango.

Seguro usted como yo, sabemos que las leyes las hacen los diputados y senadores con un protocolo muy estricto, aunque para efectos prácticos lo que ordene el ejecutivo federal o local es lo que se aprueba. ¿Recuerda aquello que tenía como tarea principal ‘no se cambia ni una coma’?

‘Cuando el río suena… es porque agua lleva’.

El caso es que a pesar de que el eslogan o frase de impacto publicitario en la pasada campaña electoral, el partido presidencial manejó aquello de “Porque el Pueblo Manda” la realidad en la reelección nos vuelve anticipar un nuevo golpe a la economía familiar, cuando leemos en un diario capitalino que Karina Lizeth Saldívar, titular de la Secretaria de Desarrollo Humano y Medio Ambiente de Tamaulipas (SEDUMA) anuncia la posible concesión o privatización en la recolección de basura y desperdicios.

Sabemos bien que la basura ha sido el talón de Aquiles no solo del alcalde de Victoria, sino de varios municipios y desconocemos si ha intentado solucionar el problema, la realidad es que, pese a que fue reelecto, Gattás Baez y otros presidentes reelectos siguen igual.

Karina L. Saldívar Lartigue, con licenciatura en arquitectura por la Autónoma de N. L.  y maestría en Planeación, Desarrollo y Proyecto Urbano por la UAT, justifica la concesión o privatización en la recolección de basura porque asegura que existen más de dos mil tiraderos clandestinos.

El pequeño gran detalle es que la Ley Municipal habla de las funciones municipales y está en ella la recolección de basura y desechos que se generen en el área de influencia, por lo tanto, se interpreta que el Congreso Local establece partidas presupuestales cada año para ese servicio.

El proyecto para concesionar o privatizar la recolección de basura en los municipios de Victoria, Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, y los tres que conforman el sólido sur, es obvio que serán los ciudadanos quienes paguen este servicio. ¿Legal?

En otras palabras, este es otro golpe financiero que se suma a la economía familiar, pues la compra de cubre bocas, computadoras y/o Smartphone, internet y gel en la pandemia; más los garrafones de agua que ahora se siguen comprando, más los tinacos, herrajes y plomeros… ahora se suma la de recolección de basura.

Lo que pudiera sorprender es la posibilidad de algunos ciudadanos que, al sentirse ahogados con la basura de las calles capitalinas, en las esquinas y por la limpieza de la otrora Victoria… ¿Estarían de acuerdo en pagar alguna cantidad de dinero para que una empresa, diferente al gobierno, haga la chamba municipal?

No dudamos, por un lado, que haya funcionarios de los niveles que me diga que repitan la postura presidencial de “no me vengan ahora con que la Ley es la Ley”; y no dudo sigan el protocolo legislativo y empezando a derogar (desechar) la norma que ordena al municipio recoger la basura,

Acto continuo autorizarían a los particulares para que paguen el servicio que ahora corresponde al ayuntamiento y me atrevo a divagar que debe haber candidatos ($) para desembolsar algunos millones de pesos para la nueva empresa en Tamaulipas. ¿O será alguna empresa foránea como los parquímetros en Victoria?

La modificación de la Ley tamaulipeca debe hacerse con la nueva legislatura, por cierto, mayoría del partido presidencial y no dude la ausencia del concurso. Más bien será adjudicación directa con destino final a un funcionario y en un caso hipotético, haya un nuevo rico en Victoria.

Dijo mi abuela: Piensa mal y acertarás.