A raíz de los señalamientos de corrupción ventilados en los últimos días, nos echamos un “clavado” en información del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA por sus siglas en mexica).
La sugerencia es desaparecerlo -mejor solución- con toda su estructura burocrática para dar lugar a una institución, fresca, sin vicios, y dejar atrás el cochinero que dejaron de herencia los ex directores cabecistas.
Menester nombrar a titulares con perfil, que reúnan los requisitos establecidos por los manuales, y no a una profesora de Español.
Puede nacer el Instituto Tamaulipeco de Bellas Artes con jurisdicción en las mismas instancias: Centro Cultural Tamaulipas, Biblioteca Marte R. Gómez, Museo Regional de Historia, Museo de Arte Contemporáneo, Parque Cultural Reynosa, Casa del Arte Victoria, Pinacoteca Tamaulipas y Barco Museo del Niño.
Los últimos estados financieros que hicieron públicos, a marzo del 2023, hablan que el ITCA debe millones de pesos, sobre todo a “Lolita” (retención ISR y honorarios), Ipsset, Issste, que tiene 23 demandas laborales, la más antigua del 2011 y la más reciente del 2023, y pueden perder todas.
El cochinero comenzó con Libertad García y siguió con Luis Sottil y la hoy diputada Sandra Luz García.
El cabecismo no le transfirió parte del presupuesto autorizado por el Congreso del Estado. Le debe miles a instructores y profesores contratados en varios municipios.
Y al Instituto, los ex funcionarios y empleados le deben millones por dinero cuyo gasto, por viáticos y otros renglones, no comprobaron.
En 2023 la nueva administración pidió los comprobantes, o que regresaran el dinero, pero fue un llamado en el desierto.
Sottil y Sandra Luz por poco y mandan a quiebra al organismo descentralizado. Quedaron a deber millones que ni la Contraloría de la 4T ha podido recuperar, y ni podrá. Las faltas están por caducar o caducaron.
Decenas de usuarios del estacionamiento subterráneo del Centro Cultural le deben desde 2017 o antes. Hay pendientes personas y empresas por el uso de instalaciones. Cada uno de los directores ha dejado su mugrero.
En oficinas centrales contamos hasta 81 jefes y muy poca tropa.
De la presunta parentela -en nómina- de Brenda Denisse de la Cruz López no hallamos, solo de un par de hermanas que están en nómina: Teresa Josefina y Nicolina Carmela Sarno Berardi, jefas de Pinacoteca y Educación y Desarrollo Artístico.
El ITCA, como se le conoce, ha sido “una pila de agua bendita” donde todo mundo mete mano.
Sabemos que Contraloría verifica del uso del presupuesto, 161 millones en 2024. Si de la Cruz López es responsable, que la encaminen al penal, pero es evidente que tienen responsabilidad el jefe administrativo, Jaime Segura Alvarado y el Auditor Interno, o Comisario.
La experiencia “cultural” de Brenda es haber trabajado como contadora en Debs Internacional (¿?), en Yahoo zona sur de Tamaulipas y “propietaria” de un bufete jurídico por once años, según documentos que divulga en el Instituto.
En los últimos años, como egresada de la UPN, fue profesora de la secundaria No. 55 “Expropiación Petrolera” de Altamira. No hay antecedentes que digan que cursó contadora en la UAT, como dice.
Los estados financieros exponen que la Secretaría de Relaciones Exteriores le debe por estacionamiento 2,500 pesos desde el 2018, lo mismo que el Tecnológico de Victoria 36 mil por el uso de instalaciones del Centro Cultural.
Con “hebra” el Tribunal Fiscal del Estado, y 185 mil el Grupo Arrendador del Noreste, por uso de espacios de febrero a septiembre del 2016.
El más antiguo deudor del estacionamiento parece ser un Jesús Collado Martínez, desde enero del 2014. En 2023 le mandaron cobrar y… Nada.
Ex directores y ex funcionarios están péndulos desde hace años, como Patricia Hernández Reyna a quien le cobran 154 mil por “viáticos y gastos sin presupuesto” (que compruebe o devuelva la lana).
El cobro para Libertad García Cabriales, ex directora, es por 1,657 lanillas. De Sottil 35 mil, que presente facturas o reintegre.
Según los estados financieros, hasta Manuel Cavazos Guerrero, el hijo de del ex Gobernador, está pendiente. Le cobran 1,738 que se niega a pagar. Nabor Etienne Goytortua 21 mil de “viáticos”.
A la hoy regidora Laura Casamitjana y de la Hoz le cobran casi los mil pesillos. Turnaron su caso a la Contraloría.
Le cobran a la empresa Hotelera Carcur Castañeda 8,700 varos por un doble pago que le hicieron. Quieren que reintegren el billete.
Entre todos se hace el “bonche” económico. En total las cuentas por cobrar o derecho a recibir efectivo suman 12.4 melones de pesos.
Pero ¿a quien le debe el ITCA? Para abrir boca 205 mil a la UAT por servicios prestados.
¿Quién es María de los Dolores Francisca Quit?. Sottil le quedó a deber -le debe el Instituto- 290 mil por servicios.
Luego continuamos. Vale la pena desaparecer el armatoste y fundar uno con los principios de un auténtico fomento de la cultura y apoyo a los valores artísticos, sin remiendos ni cochineros ¿no cree usted?.