El próximo 24 de mayo el actor Andrés García iba a cumplir 82 años. El tiempo no le alcanzó. Murió esta Semana Santa. Hijo de españoles. Su padre del mismo nombre fue piloto de aviación en la guerra que la República Española sostuvo contra las tropas de Francisco Franco. Derrotados los republicanos, sus padres tuvieron que salir de España. Es en la isla República Dominicana donde nace Andrés.
A sus 19 años llega a la Ciudad de México a vivir a un hotel (adyacente al Monumento a la Revolución) con sus padres y sus menores hermanos, Rosita y Antonio (del cual dejó de hablarse ya de adultos, como suele suceder en algunas familias).
Al empezar los años 60, rompe con sus padres, «Sin dinero y sin más patrimonio que su fornido y atlético cuerpo de 20 años, el joven Andrés empieza a recorrer el mundo». Se pone a vender enciclopedias ( lo cual no era exitoso) y a ganar dinero peleando box, con la modalidad de apuestas.
En el libro El consentido de Dios ( Javier León Herrera, 1998), se dice que sus 23 años llega a Acapulco acompañado de un par de truhanes sin recursos: un guatemalteco y un cubano que resultó ser en realidad mexicano. Comían cangrejos pescados en el mar y cocinados con agua salada. Dormían en la playa».
«Un día cambió su suerte y los tres mejoraron su calidad de vida. Se hacinaron en un pequeño estudio donde las tres camas se distribuían en forma de U».
Andrés consigue empleo en un famoso hotel, Las Brisas Hilton, donde va rotando de botones a la sub-gerencia. Su fuerte carácter acabó por enemistarlo con el gerente del hotel, amén de tener un devaneo con la mujer del cocinero.
Se fue de vago a Acapulco que conocía como la palma de su mano: Su medio de vida son las turistas: «Él, junto a otros muchachos presta sus «servicios turísticos», un oficio ambiguo que empezaba mostrándose en forma de lanchero, profesor de buceo o esquí acuático y acababa en el hombre latino de compañía o latín lover que era el objetivo ultimo de las mujeres norteamericanas que llegaban a la costa».
«La fama de profesor de buceo se extendió y le hizo regresar a Las Brisas, como jefe de la escuela de buzo de este hotel. Vivió una etapa dorada como buceador de elite». Se involucró como domador tiburones gata. «Nadie sabia del carácter inofensivo de estos animales y se empezó a alimentar la leyenda de Tarzán marino que se mezclaba con los tiburones y los montaba en el agua. El espectáculo fue negocio . La gente acudía a ver la hazaña.
Ocurrió que un escritor, Pedro Sapián empezó a editar el pasquin Chanoc y empresas de cine se enteraron que el personaje existía en realidad, y lo convencen de filmar una película en 1966. Andrés García tenía 24 años. Los cineastas querían que se cambiase el nombre de Andrés García por otro más comercial. Les dijo: «¿Qué les suena mal? No me lo cambio. Al carajo con los cambios y se acabó la plática». Grabó más de 80 películas, una docena de telenovelas, y unas ocho obras de teatro.
En 1993 padeció las extrema furia del cáncer de próstata (con el estomago suelto, en va y viene por cinco meses), mismo que pudo superar. Este martes 4 de abril murió la persona y el personaje Andrés García. En paz descanse. (Nos Vemos)