Por: Alejandro Govea Torres
El titular de la Secretaría de Salud en Tamaulipas (SST), doctor Vicente Joel Hernández Navarro, debió de realizar una campaña para explicar el uso de la vacuna Abdala de Cuba en la campaña de inmunización contra el Covid-19 que ayer se inició en Altamira, en donde varias de las personas que acudieron al auditorio municipal expresaron tener temor por los efectos secundarios que podrían tener luego de su aplicación.
En mi colaboración de ayer, titulada: “El engaño de la vacuna Patria”, señalé que la directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Elena Álvarez Buylla Roces, había engañado nuevamente al presidente López Obrador porque había quedado de entregar una vacuna hecha en México en diciembre de 2021, pero hasta la fecha sigue en la etapa de experimentación y no hay la seguridad de que se tenga lista para este año, cuando se tiene encima una nueva oleada de contagios por el Covid-19 en el país.
También expresé que en febrero del 2021, el presidente López Obrador había anunciado “con bombos y platillos” durante una gira por Oaxaca que México tendría una vacuna propia, incluso que él mismo la había bautizado como Patria.
Y que ante la falta de una vacuna propia se podría utilizar la sustancia inmunológica Abdala de Cuba, pero resulta que este biológico no obtuvo la aprobación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) porque no está actualizada para proteger ante las nuevas variantes del Covid-19, según un análisis publicado en la revista científica The Lancent.
Tal vez a las personas que ayer se les aplicó la vacuna Abdala en Altamira sólo tengan algunas molestias, como calentura y dolor de cabeza, entre otros síntomas, pero de nada les servirá porque la sustancia inmunológica es de primera generación, es decir que se desarrolló para atender el primer virus de la pandemia y resultará obsoleta ante las mutaciones que ha tenido está enfermedad en los últimos tres años.
En esta misma condición se encuentra la vacuna Patria de México, como lo reconoció el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, quien en la conferencia mañanera del pasado martes en Palacio Nacional expresó que la sustancia inmunológica se encuentra todavía en etapa de experimentación, pero además reveló que se tardaría aún más porque en la actualidad no hay pacientes con quienes hacer pruebas porque es un biológico de primera generación.
Es por eso que la gente desconfía de la vacuna Abdala porque carece de la calidad de otras sustancias inmunológicas que no sólo han sido aprobadas por la OMS, sino también han servido para contener la pandemia del Covid-19 en nuestro país, como es el caso de la Pfizer y AstraZeneca, pero la administración de López Obrador no quiere gastar más en la salud de la población y ordena la aplicación del biológico cubano.
Por otra parte, el periodista Salvador García Soto, autor de la columna “Serpientes y escaleras”, revivió el affaire acerca del financiamiento que recibió el actual dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo de manos del empresario Sergio Carmona Angulo (QEPD) para financiar las campañas de candidatas y candidatos morenistas en Tamaulipas.
García Soto revivió este affaire luego de comentar en su columna de ayer la acusación que le hizo el ahora candidato del PT a la gubernatura de Coahuila, Ricardo Mejía Berdeja a Delgado Carrillo, al asegurar que “es un corrupto, un traidor de la democracia, que se ha dedicado al mercadeo de candidaturas, a tratar de colocar negocios y sus consultorías entre los aspirantes. Y cuando puede desvía la información y tergiversa las cosas a su favor, faltando a la confianza que le han depositado”.
El también autor de la columna “Serpientes y escaleras” aseveró que no es la primera vez en que Delgado Carrillo, mejor conocido entre la clase política morenista como “El Sapo”, es señalado de vender candidaturas y de recibir dinero de organizaciones criminales.
Incluso, García Soto recordó cuando la ahora diputada local Leticia Sánchez Guillermo de vender candidaturas en el 2021, incluso le aventaron billetes por inclinar la balanza a favor del ahora alcalde de Matamoros, Mario Alberto López Hernández, mejor conocido como “La Borrega”.
La acusación de Mejía Berdeja en contra de Delgado Carrillo seguramente tendrá consecuencias en el método de selección de las y de los candidatos de Morena, puesto que nadie está de acuerdo con la celebración de encuestas que nadie sabe quiénes las hacen y ni los cuáles son métodos que se siguen, pero sobre todo porque deja una fuerte confrontación interna.
Por ejemplo, la designación de José Ramón Gómez Leal como candidato de Morena a la curul vacante en el Senado no dejó a nadie satisfecho, puesto que el también cuñado del exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca encabezó la encuesta interna, pero nadie se enteró cuándo se hizo y quiénes fueron los que consultaron a los militantes morenistas.
Gómez Leal, mejor conocido como JR, no se debe confiar porque hay muchos operadores dentro de Morena que estaban a favor de “La Borrega”, quien se retiró sin decir nada, pero seguramente no hará nada para que gane la curul vacante en el Senado.
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