Corrupción e impunidad, del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, hicieron posible que se encubriera el asesinato de dos estudiantes del Tec de Monterrey, en su propio campus, a manos de soldados que los confundieron con sicarios.
Así lo declaró la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, en la ceremonia celebrada ayer en Monterrey, donde el Estado mexicano reivindicó a los dos muchachos cuyas vidas fueron segadas y sus nombres cubiertos de oprobio.
El trágico episodio ocurrió hace diez años y es hasta ahora que reconocen el abuso de poder, con la recomendación de las familias afectadas y de la comunidad universitaria, de que no se repitan estos eventos.
Enrique Peña Nieto no modificó la estrategia que le heredó Calderón Hinojosa, a pesar de los malos resultados, que se repitieron durante el sexenio suyo. El baño de sangre de dimensión nacional no cesa y está en puerta otro experimento para intentar contener los embates anti-sociales, la Guardia Nacional.
También ayer se cumplieron 15 años del asesinato del director editorial de El Mañana de Nuevo Laredo, Roberto Mora, otro episodio que no alcanza a cicatrizar, por presumirse que dos chivos expiatorios cargaron con la culpa y que los verdaderos autores de la tragedia permanecen prófugos.
(La historia completa puede consultarse en la página web del periódico fronterizo, actualizada en su edición de ayer).
En asuntos políticos, la bancada del PAN en el Senado anunció que no apoyará la creación de la figura de revocación de mandato, porque la intuyen un adelanto de que Andrés Manuel López Obrador querría reelegirse en la Presidencia de la República.
Es un pretexto, por supuesto, puesto que una cosa no tiene nada que ver con la otra, pero les sirve de cortina de distracción para que no vean su verdadero miedo: que mediante ese procedimiento, echen del poder a malos funcionarios emanados del PAN, como es el caso de Tamaulipas.
El presidente municipal de Ciudad Victoria, Xicoténcatl González Uresti, está en el trance de perder su permanencia en el cargo, debido a que ciudadanos firmaron en número suficiente, la solicitud respectiva para ser puesta en manos del Congreso local.
Si Oscar Almaraz Smer le dejó una ciudad al borde del precipicio, Xico le está dando de patadas para verla rodar cuesta abajo. Así de feas están las cosas en la capital del crimen.
Hasta los dueños del capital, que son los que ponen a los presidentes municipales victorenses, están realmente indignados contra el gobierno panista, por ser totalmente ineficiente, corrupto y ajeno a las necesidades de la población.
A diferencia del gobierno panista de Nuevo Laredo, cuyo titular lo mismo es inepto, corrupto, cobarde y traidor, el Ayuntamiento de Victoria no se preocupa por fingir, como aquél, que es sensible, preocupado, ni firma a pasto convenios de colaboración ni hace alianza con los vecinos, en un espejismo de buscar la abundancia, la prosperidad, la dicha.
Xico puro zumba, y párele de contar.
Los agentes viales victorenses practican operativos centaveros con el pretexto de sacar de circulación a conductores borrachos y peligrosos. Cometen abusos porque detienen, encarcelan e incautan vehículos a quienes traen solo aliento alcohólico por venir de una fiesta de fin de semana o una cena familiar.
Lo demostró un padre de familia de profesión químico, cuando su hijo lo llamó por teléfono para que fuera en su rescate, pues los agentes viales lo tenían detenido por presunto estado de ebriedad. Hizo el señor en el lugar su propio examen y les comprobó a los mordelones que estaban mintiendo.
Los abusivos agentes no le hicieron caso y extendieron la boleta por la supuesta infracción al reglamento. El padre de familia acudió a un arbitraje imparcial y consiguió echar abajo la multa, y de paso, exhibió a los corruptos agentes y a sus jefes.
(Otro padre de familia también fue convocado por una hija suya para que la ayudara pues estaba en las garras de los mismos tamarindos. Pero este padre de familia tuvo miedo y casi ayudó a los agentes a aventar a la muchacha dentro de la patrulla, a pesar de que no acusaba ningún síntoma de ebriedad, pues hablaba con toda propiedad, no trastabillaba ni cometía los excesos propios de alguien que está alcoholizado).
El que de plano parecía estar obnubilado por los humos de las bebidas espirituosas, es el presidente estatal de los ganaderos, pues se aventó la puntada de asegurar que el 83 por ciento de los ranchos tamaulipecos han sido recuperados por sus dueños.
Tamaña mentira cae por su propio peso, pues si fuera cierto que los ganaderos regresaron a sus propiedades, estarían llenas de vehículos las gasolinerías rurales… pero todavía están desiertas, en ruinas, abandonadas.
Hablamos de los expendios de gasolina y diesel del entronque de la carretera Victoria-Los Rayones, la de la curva del ejido Florida del Norte, en San Fernando, la del entronque de la carretera Matamoros-González Villarreal, la del ejido Pedro J. Méndez, llegando a Periquitos, y todos los de la carretera ribereña. Son puros esqueletos.
En cambio, en Matamoros, el presidente municipal Mario Alberto López Hernández, informó a la prensa que este mismo año, la federación iniciará en un núcleo de 57 colonias con pobreza extrema, inversiones del orden de los 530 millones de pesos en obras de infraestructura, para mejorar su calidad de vida.
En un primer paquete, está autorizada la liberación de 320 millones de pesos, que se emplearán en la construcción de una escuela primaria, una secundaria y una preparatoria, pero también, parques deportivos, agua potable, electrificación, drenaje y pavimentación.
El maestro López Hernández sostuvo una video-conferencia con el Secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Meyer Falcón, para revisar los más de 30 proyectos autorizados para Matamoros, a fin de establecer un orden de prioridades.