El candidato de la coalición “Va por Tamaulipas” a la gubernatura, César Augusto Verástegui Ostos, enfrenta un complicado panorama electoral no sólo por el hecho de que la semana pasada se tambaleo la alianza “Va por México”, integrada por el PAN, PRI y PRD, luego de que el vicecoordinador de la fracción priísta en la Cámara de Diputados, Marco Antonio Mendoza Bustamante, presentó una iniciativa de reforma eléctrica similar a la del presidente López Obrador, sino también a causa de la controvertida administración estatal de Francisco García Cabeza de Vaca, por lo que tendrá que desmarcarse de él para tratar de ganar la contienda electoral del próximo 5 de junio.
Algunos pensarán que la “bola baja” del diputado Mendoza Bustamante no tendrá ninguna repercusión en las contiendas electorales que ayer arrancaron en seis estados de la república luego de que la iniciativa de reforma eléctrica, disque a título personal, fue retirada por el mismo, lo cierto es que dejó sembrada la sospecha de que algunos legisladores del PRI dejarán a un lado la tradicional disciplina del tricolor y apoyarán la propuesta del presidente López Obrador.
Esta semana será crucial para la iniciativa de reforma eléctrica porque se espera que la minuta llegué a la Cámara de Diputados entre el 13 y 14 de abril, por lo que el presidente López Obrador buscará cooptar a 56 de los 70 legisladores priístas para alcanzar la “cifra mágica” de 334 votos, con el propósito de obtener la mayoría calificada en la cámara baja del Congreso de la Unión.
En caso de que la iniciativa de reforma eléctrica sea aprobada por el voto de legisladores federales del PRI antes de que se cierre el periodo ordinario en el Congreso de la Unión, se rompería la alianza opositora “Va por México” que sin duda afectaría a las y los candidatos en los seis estados que tienen elecciones de gobernador el próximo 6 de junio.
Aunque dicen que, en este supuesto caso, sólo repercutiría en las elecciones de Hidalgo y Durango, cuyos candidatos son Carolina Viggiano Austria y Esteban Villegas Villarreal, respectivamente, no hay duda de que el “golpe mediático” causado por el rompimiento de la alianza opositora llegaría a otros estados en que se renovarán las gubernaturas, como es el caso de Tamaulipas.
Si bien es cierto que este escenario es muy poco probable luego de la advertencia que lanzó el enviado especial del presidente de Estados Unidos Joe Biden, John Kerry, de que sí aprueba la reforma eléctrica sin cambiarle ninguna coma, tal y como quiere López Obrador, se perderían cientos de millones de dólares de inversionistas norteamericanos en la industria energética del país, además de represalias comerciales por violar el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Y aunque López Obrador afirma que México no es una colonia de Estados Unidos, ni de China, ni de Rusia, ni de ninguna otra nación, lo cierto es que la estrecha relación económica y sobre todo la dependencia alimentaria que tenemos de nuestros vecinos del norte, sin duda propiciará que el tabasqueño se quede callado nuevamente, como lo hizo el pasado jueves durante la visita de John Kerry, a quien sólo escuchó y no acordó tener un comité de supervisión estadounidense de la reforma eléctrica.
La controvertida administración estatal de García Cabeza de Vaca es el punto más álgido que enfrenta Verástegui Ostos, puesto que es y seguirá siendo utilizada a lo largo de la campaña por las huestes de Morena y sus aliados para tratar de denostar su aspiración política de ser gobernador de Tamaulipas.
Uno de los temas más polémicos es la deuda que dejará el actual mandatario estatal, que asciende a cerca de 17 mil millones de pesos, según el ahora excoordinador de la fracción morenista en el Congreso Local, Armando Zertuche Zuani.
De igual forma, Verástegui Ostos enfrenta el fuerte descontento social en contra de la actual administración estatal, como sucede en Soto la Marina, en donde el gobernador García Cabeza de Vaca con el pretexto de impulsar el potencial turístico que hay en La Pesca, ordenó la expropiación de 42 hectáreas cercanas a la playa.
No había ninguna necesidad de “pegarle al avispero”, como dice el viejo refrán, en los albores de las campañas para gobernador, ya que sólo le complicó el panorama electoral a Verástegui Ostos.
Es por eso, que varios analistas políticos coinciden en señalar que el candidato de la coalición “Va por Tamaulipas” debe de romper con el mandatario estatal para quitarse esa pesada carga, sobre todo cuando la estrategia de Morena y sus aliados es y será precisamente la relación política que tuvo desde la Secretaría General de Gobierno.
Por otra parte, todo parece indicar que la diputada Úrsula Salazar Mojica tiene los días contados como coordinadora de la fracción de Morena en el Congreso Local, sobre todo después de que el presidente López Obrador reconoció que es su sobrina por ser hija de su prima hermana Úrsula Mojica Obrador (QEPD), pero que sí la ve no la reconocería.
No se descarta la posibilidad de que en breve enfrente un proceso de desafuero, según varios de sus propios compañeros de bancada, ya que se vio envuelta en un supuesto caso de corrupción por alterar una factura que le envió el Director Técnico del CONALEP Tampico, Adolfo Antonio Pastor Paz.
Incluso, la todavía diputada morenista Salazar Mojica puede ir a la cárcel por defraudación fiscal luego de instruir a su interlocutor cómo alterar una factura para pagar menos impuestos, según el video que ha circulado profusamente en las redes sociales y más ahora que su tío anunció que no la protegería durante la conferencia mañanera en Palacio Nacional.
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