La austeridad pejista llegará muy pronto a los órganos electorales. Incluye la desaparición de los OPLES que son los institutos estatales, ahora con muy escasas funciones.
Es el proyecto que Morena tiene en marcha con los votos suficientes para aprobarlo ya, ya, ya.
Acá entre nos, querido lector, hemos de decirle que no andan mal los señores de la 4T. Los órganos electorales son un resumidero de billetes argumentando que “la democracia es caraâ€. Los funcionarios ganan como empleados de primer mundo. Los choferes se llevan hasta 38 mil lanas por mes.
¿Efectos en Tamaulipas? Desde luego. Tan solo para del presente año el Instituto Electoral tiene asignado un presupuesto de 445 melones que vienen de la secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado. El IETAM –como los otros Oples- es un barril sin fondo.
A como avanza la iniciativa, la desaparición podría darse a más tardar en 2020 para dejar solo una especie de consejo afiliado al INE con la representación de partidos y fuerzas sociales. Es lo más sano para quienes pagamos impuestos.
Respecto a la gente laboran en esa instancia, con seguridad no los dejarán desamparados. Les llegará la indemnización de Ley.
Lástima para aquellos consejeros que apenas le empezaban agarrar sabor al caldito. Por ejemplo Jerónimo Rivera García, Italia Aracely García López y Deborah González Díaz, que no han cumplido ni un añito en la engorda de su cartera. Llegaron a finales del 2018.
Si los jefes de la Cuarta Transformación se salen con la suya, qué lástima para los aludidos porque fueron designados por siete años seguidos. No alcanzarán a hacer su cochinito para el resto de sus vidas.
Por lo menos Nohemí Arguello y María de los Angeles Quintero, además del maestro Becerra, han disfrutado muy bien las mieles de la burocracia de cuello blanco.
Aparte los morenos le quieren meter cuchillo al subsidio a partidos, por lo menos a la mitad de lo que hoy se llevan. Esto se reflejaría en nuestra entidad, también al tostón, para dejar de mantener panzas aventureras.
El INE se quedaría con siete de los once consejeros que ahora cobran, con una quita importante de chambas burocráticas empezando por los asesores.
Según datos de los proyectistas, la elección del 2018 costó 28 mil 200 millones de pesillos, un incremento del 20 por ciento en relación al 2012 y, de continuar al mismo ritmo, para 2024 las cifras crecerán.
Más vale que Don Peje pare en seco el dispendio y meta orden a tiempo.
En otras cuestiones, sin abandonar el proceso electoral, el CDE del PAN emitió un boletín en que asegura que por Ley tendrá un diputado plurinominal. Con ello su bancada llegaría a 22, lo máximo permitido para no llegar a la sobrerepresentación.
También asegura que no tendrá problemas con el porcentaje de votos más el ocho por ciento que dice la propia Ley Electoral, como se rumora por ahí, lo cual no está a discusión.
Finalmente el comunicado asegura que, en aplicación de esa fórmula, llegará al Congreso el primero de la lista registrada ante la autoridad electoral, que no es otro que Gerardo Peña Flores, lo cual sí está en duda por aquello de la igualdad de género.
Solo agregamos que el tema se ventilará inicialmente en el tribunal local y, si los opositores presentan recursos, los del TRIFE dirán la última palabra. Lo que sabemos es que, si hay 14 plurinominales, la mitad deben ser para damitas y la otra para los caballeros.
Seguiremos pendientes. El ex jefe de la SEBIEN se perfila para coordinar a la siguiente legislatura.
Ahora comentemos sobre el paisano mejor posicionado en el equipo de López Obrador, el reynosense Héctor Martín Garza González, El Guasón para sus amigos.
Le dedicará dos días a Tamaulipas, jueves y viernes, con motivo del 130 aniversario de la fundación de la Benemérita Escuelas Normal Federalizada de Tamaulipas. Acompañará al jefe de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II. Luego visitarán Jaumave.
Héctor tiene su corazoncito. La semana anterior estuvo en la capital con motivo de un encuentro deportivo del sistema de Cebetis y escuelas agropecuarias. Mantiene un ojo allá y otro aquí. Ha sabido aprovechar los espacios que otros elementos, como José Ramón Gómez Leal, pasan por alto.
En 2016 ya fue candidato a Gobernador por el partido Morena. Aunque no lo dice por cuestiones de disciplina, se sabe que busca la revancha. Es el más cercano a donde se toman las decisiones. Se ve que goza de la confianza del jefe.
JR tiene bandera blanca para desplazarse libremente por territorio, pero no está organizado. No se ha instalado siquiera en la “superdelegación†que le encomendó Don Peje, menos tendrá la capacidad para buscar un posicionamiento que, llegado el momento, le diga a las encuestas que es conocido en los 43 municipios.
Ayer comentábamos que los legisladores locales –fuera de los que alcanzaron la reelección- empiezan a despedirse del Palacio Legislativo, sesiones ordinarias, si bien podrían entrar en trabajo extraordinario para sacar pendientes.
El coordinador parlamentario, Glafiro Salinas Mendiola, anunció que en el curso de la Comisión Permanente realizarán una o dos sesiones plenarias mensuales de aquí a septiembre, que es cuando le dicen adiós al trienio.
Este miércoles la priísta Mónica González García, conocida como “La Pochitaâ€, se atrevió a cruzar desde los Estados Unidos con sus cachorros Pamela y Diego, para tomarse con ellos “la foto del recuerdo†en el recito parlamentario. Trajo a un fotógrafo especial.
Como tenía que suceder ¿a qué vinieron entonces? hizo que los mencionaran desde micrófonos de la máxima tribuna de Tamaulipas.
Es el adiós. Después de nueve años pegada a la nómina –primero como jefa de Asuntos Económicos de Egidio Torre y luego diputada-, lo más probable es que no regrese a México. Ya no tendrá razones para correr riesgos en esta tierra violenta. Si quiere ver a su eterno jefe puede entrar por Nuevo León