Una vez que se conocieron las fórmulas de candidatos con los que competirán los partidos políticos en la elección del primer domingo de junio venidero, comenzaron a escucharse voces en el sentido afinar la estrategia de campaña.
El punto es que la calificación de inadecuados, débiles y hasta grises que se da a muchos de los prospectos que comenzaron a registrarse ante las autoridades electorales como candidatos a las Diputaciones locales por los 22 Distritos de mayoría, generó satisfacción para uno que otro partido, porque la intensidad del trabajo que harán para conseguir el voto a lo mejor ya no requiere de intensidad.
Hasta vale decir que partidos minoritarios como el de Trabajo, ve posibilidades de ganar el Distrito de Madero, en virtud de que sus abanderados son mil veces mejores que los de Regeneración Nacional, por tratarse de personas de la izquierda mexicana que son líderes sociales y que tienen una trayectoria considerable frente a la sociedad.
Elena Cuervo y Azael Portillo Alejo de los Distritos de Miramar y Madero por el PT, están mejor posicionados que los externos que eligió la dirigencia de Regeneración, Rosa María Rosales Saucedo y Bertha Elena Sánchez Hernández.
En el caso del partido que dirige y maneja el matamorense Francisco Elizondo Salazar, el PAN, se supo que respiraron con menos presión en cuánto se percataron de quienes serán los adversarios de sus gallos, habida cuenta que, en el terreno de la conquista del voto, les llevan ventaja, por tanto, las voces salidas de allí, afirman que la mayoría del Congreso podría mantenerla el PAN.
Obvio, hay un dicho popular que afirma la inexistencia de enemigos o adversarios pequeños, caso del PRI en varios Distritos de la entidad, porque, aunque los candidatos que se registrarán, no son ni los de siempre ni los que se esperaba, sí son una opción para que los ciudadanos puedan votar a conciencia por ellos.
La responsable del PRI en la entidad, Yahleel Abdalá Carmona, quien por cierto es ahora la representante del PRI ante el Consejo General del IETAM, muy al estilo de los minipartidos políticos, porque los dirigentes son los representantes y los hacelotodo en asuntos electorales, ha dicho que sus candidatos darán la pelea y que, ganarán espacios de mayoría relativa en el Congreso del Estado, porque su partido no se reja y se mantendrá en la lucha para que los ciudadanos crean de nuevo en ellos.
Pareciera que, el común denominados de los que serán candidatos por los tres principales partidos, generaron algo que se identifica ya como un bajón de nivel a la competencia, pero, quizá sea necesario pensar en positivo y que, los que hagan campaña puedan convencer a los ciudadanos de que están allí para lograr su respaldo y convertirlo en votos el día de la jornada electoral.
En este contexto, aquello que deben llevar a cabo los partidos políticos en su estrategia de posicionamiento de sus candidatos, es legitimarlos, en otras palabras, que los ciudadanos se den cuenta de porque son ellos los abanderados y no otros, entendido esto último como de mayor nivel.
Para comprenderlo en la práctica, en el caso de Reynosa no fue necesario que Gerardo Peña Flores, quien solicitó licencia como Secretario de Bienestar Social del Gabinete estatal, se convirtiera en candidato para elevar el nivel de competencia frente a Regeneración Nacional, porque los candidatos designados traen una o dos rayitas menos de ese factor.
Así que, definieron que el registro sea para Francisco Garza de Coss, quien fungía como representante del Gobierno del Estado en la faja fronteriza y que ya fue Legislador local, solo que, por la vía plurinominal, en los tiempos en los que, su partido alcanzaba para eso.
Además, quiere ser protagonista político, porque su aspiración a mediano plazo es ser candidato a la presidencia Municipal de Reynosa y, sí de pedir se trata, buscar la oportunidad para la candidatura a gobernador en el 2022, al fin y al cabo, ya desplazó al que se supone es el delfín del sexenio, Peña Flores, quien, dicho sea de paso, podría estar de nuevo en la Secretaría de Bienestar para apuntar a los siguientes procesos electorales.
Ahora bien, sí los partidos ven en los candidatos de sus adversarios a prospectos débiles, ni siquiera vale la pena considerar como ven y verán los ciudadanos electores la oferta de todos los partidos.
Aquello primero que se piensa es que, ni ganas les darán de acudir a las urnas en dos de junio, tampoco se antoja que a través de las campañas políticas les puedan convencer de votar, porque no alcanzarán a ver que hay algo preciado en juego, el control del Congreso de Estado.
La dificultad que entraña esta elección intermedia, pero, que está separada de la de alcaldes, debido a que, la Legislación estatal debió de armonizarse con la Federal para trasladar las votaciones en una sola fecha, carece de atractivo para los electores, por tanto, se mantiene la idea de muy poca participación ciudadana en las urnas, menos del 50 por ciento y quizá por debajo del 45 por ciento, de tomar en cuenta que los candidatos de todos los partidos políticos y el independiente de Nuevo Laredo, no impactaron conforme a lo esperado una vez los reportaron listos para registrarse.
Los hay cuestionados, como el caso de Javier Villarreal Terán, quien hace apenas unos meses andaba en pos de una candidatura del PRI y después apareció como presunto funcionario estatal, para convertirse desde esta semana en el prospecto de Regeneración Nacional para la Diputación Local por Mante, la tierra de su familia y de la cual ya fue alcalde.
En su calidad de precandidatos, algunos de los que se alistan para registrarse ante el INE, acudieron a empresas dedicadas a la investigación social vía encuestas, para conocer la forma en que eran percibidos o más bien, si habría forma que les percibieran, pero, quizá es ahora cuándo deben de usar ese tipo de servicios, mínimo para saber si la gente irá a votar y, sí la respuesta llegase a ser positiva, tener una idea de que podrían hacerlo por ellos.
Comentar que la moneda está en el aire, suena lógico, pero, en el terreno de la realidad, todos, hasta Arturo Soto Alemán que ya fue dos veces candidato a la presidencia municipal de Victoria por el PAN, tiene dificultades de percepción ciudadana.