Por Jessica Brown
¿Quién no ha escuchado que los chocolates, las fresas o las ostras pueden tener el efecto de aumentar la libido y la potencia sexual?
Históricamente los afrodisiacos, llamados así por la diosa griega del amor, han incluido comestibles tan extravagantes como la mosca española, el cuerno de rinoceronte molido y extractos de plantas poco comunes.
De hecho, durante la investigación para su libro Intercourses, la coautora Martha Hopkins descubrió que casi todos los alimentos se han considerado afrodisiacos en algún punto.
«Normalmente, los alimentos considerados afrodisiacos eran difíciles de encontrar, poco comunes o costosos como las trufas, el foie gras, el caviar o alimentos con la forma de un órgano sexual como el espárrago o las alcachofas. Incluso testículos de animales», dijo Hopkins.
Aunque solemos relacionar a afrodisiacos con la lujuria, el romance y la libido. En el siglo XVII —cuando todo, desde palomas hasta almendras y chirivías se consideraron afrodisíacos— también se les asoció con la reproducción y la fertilidad, por lo que se le daba a las parejas casadas como sustancia médica, comenta Jennifer Evans, profesora de historia en la Universidad de Hertfordshire, quien investiga la historia de la alimentación y la fertilidad.
Pero, ¿puede un alimento realmente afectar el deseo sexual y el rendimiento? ¿Y por qué ha estado tan presente esta idea en la historia?
Un aperitivo sensual
Para aquellos con problemas de circulación, es cierto que algunos alimentos pueden ayudar de manera similar al viagra —relajando los vasos sanguíneos y mejorando el flujo de sangre a los genitales—.
El aminoácido L-Arginina, por ejemplo, que se encuentra en alimentos como las calabazas, las nueces y la carne de res, se convierte en óxido nítrico en el cuerpo, lo que aumenta el flujo sanguíneo. Los alimentos ricos en ácidos grasos Omega 3, como el salmón y el aguacate, tienen el mismo efecto.
Otro ayudante es la Quercetina, que se encuentra en las manzanas, bayas, uvas, vino tinto, ajo y chocolate negro. Esta tiene propiedades antiinflamatorias que pueden mejorar también el flujo sanguíneo.
Sin embargo, solo las personas con circulación débil verían mejoras en su función sexual al comer estos alimentos, comenta Lauri Wright, portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos. Alguien con una buena circulación no vería ningún cambio.
La cuestión es que cuando la mayoría de las personas piensan en afrodisíacos, lo primero que viene a la mente no es en sí la función sexual, sino el deseo.
Y un alimento que desde hace tiempo se cree que ayuda con el deseo sexual es el chocolate.
Según la investigación «Efectos del consumo de chocolate oscuro y cacao sobre la función endotelial y la rigidez arterial en adultos con sobrepeso», publicada en la Revista Británica de Nutrición, el cacao puede aumentar el flujo de sangre en partes del cuerpo más allá del torso. Pero cuando se estudió su relación directa con el deseo sexual, no se encontró evidencia que respalde su uso como afrodisíaco.
De hecho, no se ha encontrado evidencia de que algún alimento aumente la excitación o el deseo sexual.
Con información de BBC News