Por Oscar Díaz Salazar
Publicada la lista de los personajes que serán los candidatos de morena (Verde y PT) a diputado local por los veintidós distritos en los que se divide la geografía electoral de nuestro Estado, encontramos que la reelección fue la regla que aplicaron para la confección de esta lista, una regla que tiene sus excepciones, que es interesante analizar y que es el tema de este escrito.
De entrada les recuerdo que por el fallecimiento del legislador Ovidio García, en el distrito seis de Reynosa, no podrán optar por la reelección. Ahí morena anunció que la enfermera Margarita Ortega será la rival del candidato panista (y PRI) Leonel Ivan Cantú.
Al diputado plurinominal Javier Villarreal, oriundo del distrito que tiene como cabecera a Ciudad Mante, no le darán oportunidad de buscar su permanencia en el Congreso por la vía de las urnas. No hay planes para él, no va de diputado local, ni federal, ni de candidato a presidente municipal. Su «pecado» fue colaborar con el aspirante a gobernador, Rodolfo González Valderrama, como muchos otros, incluso de otros partidos, que sin rubor «se dieron vuelta en un dayme» y hoy se ostentan como seguidores de AVA de toda la vida.
El Güero Suárez Mata, representante del distrito petrolero (Ciudad Madero) no estará en las boletas electorales. Se le sigue mirando con recelo, pues lo acusan de orquestar el desmembramiento del grupo parlamentario y ponerse al servicio del gobernador Cabeza de vaca, en el último año del cabezato y primero de esta legislatura.
Desde luego que las diputadas que se echaron en brazos de Don Francisco N, ya no tendrán oportunidad de reelegirse, al menos no con las siglas de morena. La lección de Leticia Sánchez, de Matamoros, que llegó con las siglas de morena, y consiguió una primera reelección, para cambiarse de bando en vísperas de la toma de protesta, es una lección amarga y muy reciente, como para no tomarla en cuenta.
Dos diputados a los que se les ha acusado, en diferentes ocasiones, de colaborar con la Vaca Salvatrucha, parece que ya fueron perdonados o por lo menos que tuvieron padrinos y madrinas que se encargaron de gestionar ese perdón. Me refiero a Casandra de los Santos, que hoy es candidata a diputado federal y Armando Zertuche, que pudiera ser repetidor como diputado plurinominal.
El caso del diputado Vital Tamez es diferente; el maestro que representa uno de los distritos de la capital del Estado, logró ser candidato y diputado, porque participó en un proceso de transición, un tiempo en el que las élites victorenses se quedaron encima de la barda y enviaron a los ayudantes y segundones, -como el maestro Vital y el propio Gattás-, hasta en tanto no tener la certeza de que fuerza política se iba a imponer en el Estado. Pasado ese tiempo de cambio, y sin correr mayores riesgos, los dueños de pueblo reclaman el primer sitio en la mesa donde (otros) sirven el banquete.