Ciudad de México a 25 de enero de 2024.- Este 2024 es un nuevo capítulo para abrazarnos,
querernos y celebrar la diversidad que hace a todas las mujeres únicas. En el arranque de este
año, reflexionemos sobre: los «propósitos». Ya sabes…esa pequeña o larga lista – que podemos
hacer mentalmente, en un post-it o en tu computadora- que contiene las metas que nos
proponemos para el ciclo que inicia: ahorrar, estudiar, viajar, leer… y en muchos casos
seguramente hacer ejercicio y comer de cierta forma con el objetivo de llegar a un determinado
peso o talla… pero es justo en este último punto donde debemos hacer una pausa y pensar…
¿Qué tan a menudo nos imponen ideas sobre cómo deberíamos vernos, sobre cómo “tendría”
que ser nuestro cuerpo?
¿Qué es el body shaming? En pocas palabras, es el acto de juzgar, criticar o avergonzar a
alguien por su apariencia física y sí, es una forma de violencia que se denomina estética. Ya
sea a través de comentarios hirientes sobre el peso, la forma del cuerpo o cualquier
característica única de una persona, el body shaming perpetúa ideales de belleza inalcanzables
y crea una atmósfera tóxica que impacta profundamente en la salud mental y emocional.
¿Cómo se ve la violencia estética? Comentarios negativos sobre nuestro cuerpo, chistes o
burlas y presiones para alcanzar ciertos estándares, sugerencias no pedidas sobre alguna
dieta, algún tratamiento para la piel o el pelo… ¿Es eso realmente necesario? ¡Por supuesto
que no! Recuerda que tu cuerpo es tuyo, único y digno de amor tal como es. Las cicatrices, el
acné, el peso, la estatura: todo eso forma parte de la hermosa historia que cuentas cada día y
te hace ser tú, única e irrepetible y ese es precisamente tu súper poder.
Es importante tener en mente que el body shaming no es algo que suceda solo después de las
fiestas navideñas: es algo a lo que hemos de hacer frente todos los días del año. Un ejemplo
particular es la violencia estética que viven las mujeres que viven su maternidad. Ser mamá es
un acto de amor y valentía que transforma el cuerpo de maneras asombrosas. Sin embargo, es
triste ver cómo algunas mujeres son sometidas al body shaming después del trabajo de parto.
Cada marca, cada cambio es un testimonio de la increíble fuerza que poseemos. En lugar de
juzgar, celebremos las cicatrices de la maternidad deseada como maravillosas huellas de una
vida creada.“La verdadera belleza radica en la diversidad y en abrazar nuestra autenticidad. La presión por
encajar en ciertos moldes solo afecta nuestra autoestima y salud mental y en muchas
ocasiones pone en riesgo nuestro estado físico también. Prioricemos la salud, la felicidad y el
amor propio, más allá de cualquier estándar superficial. Este año, invito a todas las niñas, las
jóvenes y mujeres a construir una comunidad donde todas nos sintamos Vivas y Libres para
ser quienes somos. Desafiemos juntas las expectativas injustas, celebremos nuestras
diferencias para exigir y construir un futuro donde todas las mujeres tengamos el derecho de
decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.” afirma Angélica Contreras, vocera de la
plataforma Mujeres Vivas, Mujeres Libres.
No hay un único estándar de belleza, y cada cuerpo tiene su propia historia y razón de ser.
¡Unámonos para rechazar el body shaming y la violencia estética! Añadamos a nuestros
propósitos para este 2024, poner un alto juntas esta forma de violencia, recordándonos a
nosotras mismas y a los demás que cada cuerpo es un testimonio de experiencias, resistencia
y autenticidad. ¡Celebremos la diversidad y el amor propio!