Ciudad Victoria, Tam.– Campesinos de los ejidos Padilla y Dolores, pertenecientes a los municipios de Padilla y Abasolo, respectivamente, exigen justicia e indemnización por las tierras que quedaron bajo el agua tras la construcción de la presa Vicente Guerrero en los años 70, sin que hasta la fecha hayan recibido compensación alguna.
Mario Alberto Reyes Cantú, coordinador nacional de la Central Campesina Cardenista, señaló que se trata de un rezago histórico que ha afectado a más de 500 familias campesinas, quienes fueron despojadas de entre 4 mil y 5 mil hectáreas de tierras ejidales sin previo aviso, sin actas de asamblea, ni acuerdos, y mucho menos títulos de propiedad en los nuevos asentamientos.
“El viejo Padilla quedó bajo el agua y los compañeros fueron desplazados de forma arbitraria; algunos fueron enviados a Abasolo, otros a nuevos predios en Padilla, pero sin documentos ni certeza jurídica sobre su tierra”, detalló Reyes Cantú.
La Central Campesina sostuvo una audiencia de trabajo con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), en busca de destrabar este conflicto. Reyes Cantú indicó que se espera la llegada de una brigada técnica para iniciar trabajos topográficos que permitan avanzar en la regularización de la tierra y la posible indemnización.
“Tenemos confianza en que la Cuarta Transformación escuche y atienda estas causas justas. Contamos con un gobernador humanista que ha mostrado sensibilidad, pero también reconocemos que la Comisión Nacional del Agua sigue en manos de estructuras priistas que han frenado la solución de fondo”, puntualizó.
Alrededor de 200 a 300 familias se dieron cita este día en Ciudad Victoria para hacer visible su exigencia. La CCC advirtió que no se retirarán hasta obtener compromisos concretos y avances reales en la reparación de este agravio histórico.
Patricio Lerma|Reportero
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