El empresario Ricardo Salinas Pliego reveló un presunto pacto con el presidente Andrés Manuel López Obrador para resolver una deuda no pagada por Grupo Elektra, la cual acusa que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) le quiere cobrar dos veces.
A través de sus redes sociales, acusó:
Una verdad a medias es una mentira. ¡Siempre una mentira! y hoy, como de costumbre, Andrés les mintió en la mañanera sobre lo que realmente ocurrió entre él y yo con respecto a los supuestos “impuestos no pagados» por Grupo Elektra.
Andrés sabe perfectamente que el @SATMX pretende cobrarnos dos veces por lo mismo (en concreto, las pérdidas fiscales de los años 2008 a 2012).
Primero, en distintas revisiones durante esos años, AFIRMARON que esas pérdidas NO eran deducibles y que debíamos pagar por ello. Después, en una revisión posterior del año 2013, CAMBIARON DE OPINIÓN y afirmaron que esas pérdidas SÍ eran deducibles, pero como la ley cambió, entonces debíamos pagar nuevamente y con toda la perversidad del mundo y ganas de extorsionarnos, dejaron abiertos los dos casos, pretendiendo desde el primer día cobrar dos veces por lo mismo.
El sabe perfectamente que los recargos de tantos años son 100% CULPA del SAT y su negativa a hacer lo correcto, y que el litigio se ha prolongado precisamente por su intención de cobrar dos veces. El presidente también sabe perfectamente que sus asesores más cercanos y radicales (el vocero de la presidencia, Jesús Ramírez, y los jóvenes Antonio Martínez Dagnino y Armando Ramírez Sánchez del SAT, intensos “talibanes fiscales” colocados por su hijo Andrés Manuel López Beltrán para extorsionar a empresarios según convenga) son quienes impidieron que nuestro caso se resolviera en la Suprema Corte, de acuerdo con lo que él y yo habíamos pactado.
Aquí PÚBLICAMENTE, le recuerdo al presidente en qué consistía nuestro pacto:
Con ánimo de resolver este añejo problema, nosotros concedimos que las pérdidas fiscales no eran deducibles y estábamos dispuestos a pagar $7,600 millones de pesos por ello. Tanto así que hicimos el primer pago de $2,600 millones, quedando como saldo pendiente $5,000 millones, los cuales serían pagados de acuerdo con el convenio judicial que se lograría con la intervención de la Suprema Corte.
Fue precisamente por eso que hicimos el pacto para que los expedientes completos de nuestro caso fueran turnados al ministro Luis María Aguilar, con el pleno consentimiento del procurador fiscal y del entonces secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
Pero MAÑOSOS como siempre, los funcionarios del SAT no enviaron más que el expediente del 2013, dejando así abierto el tema de los años 2008 a 2012, situación que impidió al ministro Aguilar resolver en su totalidad nuestro caso.
En pocas palabras, fue por culpa del SAT que nuestro expediente estuvo meses en el cajón del ministro Aguilar.
Debido a todas estas mentiras e incumplimientos, decidimos demandar al presidente, exigiendo conforme a derecho que respete lo que habíamos pactado.
Confiamos en el juicio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que revise y dictamine sobre la improcedencia del doble cobro y de los enormes e infundados recargos.
Es muy triste ver cómo las mentiras y los engaños conducen a estas situaciones indeseables.
Para ser sincero esperaba más de Andrés Manuel López Obrador como presidente. No hay duda de que las malas compañías lo han llevado a irse por el mal camino, poniendo así en riesgo a todos los mexicanos.
Recuerden que aquí estábamos antes de que ustedes llegaran, aquí seguimos a pesar de sus ataques y extorsiones… y aquí seguiremos cuando en 4 días ustedes se vayan.