Después de la tormenta político-electoral que redujo al PRIAN casi a la nada, es hora que estos partidos no hacen una autocrítica y se niegan a poner en el banquillo de los acusados a los responsables de su derrota.
Por si todavía no les cae el veinte, lo ocurrido el pasado dos de junio, le otorga a MORENA un claro e inobjetable pasaporte para repetir un sexenio más, a partir del 2028.
El tres de junio, la marca obradorista del color guinda ganó en 25 de los 43 municipios. Pero en 14 de ellos, la lista nominal de electores alcanza más de 2 millones y medio de votantes.
Las cifras que la elección del dos de junio sacó a la arena del análisis político, se traducen en lo siguiente: aquel PAN ganador que lideró Cesar el Truco Verastegui en el 2016, se empezó a desmoronar, en cuanto se lo entregaron a Luis el Cachorro Cantú en el 2019.
Los azules texanos empezaron a languidecer desde el 2021, pero fue en el 2024, cuando tocaron fondo, con un PAN cabecista que acaba de perder más de 135 mil votos en las urnas. Reduce su presencia en los municipios rurales y lo echan por la vía de democrática de 14 de los 30 ayuntamientos donde hace tres años aun ostentaban el poder.
Las cosas para el PRI y Acción Nacional están en la categoría de desastre.
Para empezar, a partir de que en el nuevo territorio morenista conquistado, entren en funciones los nuevos ayuntamientos, la marca guinda estará gobernando sobre 3 millones 190 mil habitantes, de los 3 millones 527 mil que conforman la población actual en nuestro estado.
¿Y como están las cosas con el aliado del PAN, el PRI egidista que emergió como aliado de la elección del 2016..?
Este PRI de defecciones y postraciones sele fue el 50 por ciento de su clientela político-electoral. En municipios como Guerrero, Abasolo y Jimenez el PRI recibió una paliza electoral, a manos de morena y sus aliados. Parece que lo único que ganaron y eso con apuros fue Güemez.
En la frontera chica, el PAN obtuvo un triunfo pírrico, pues a cambio de ganar Miguel Alemán, perdió en el resto de los municipios que conforman esta franja limítrofe con USA.
En los poderosos municipios de la huasteca marítima, cañera y agropecuaria, Mante, González y Aldama, el PAN fue derrotado.
Volviendo con el PRI, en cinco años de la nefasta presencia de Alito Moreno en la dirigencia nacional, el PRI perdió a casi el 90 por ciento de su militancia. Y el pasado tres de junio amaneció en el cuarto lugar de las preferencias político-electorales del país.
Vaya, el derrumbe del tricolor fue tan estrepitoso, que hasta en Coahuila, tierra del otrora orgulloso exgobernador Riquelme, el invicto de los dieces en las urnas, fue derrotado por el abanderado morenista al senado de la república, Luis Fernando Salazar.
Este último participó en fórmula con Cecilia Guadiana, la cual también llega a la cámara alta. Originalmente Cecy iba en primer lugar de la fórmula, pero los lugares fueron modificados por las autoridades electorales.
Como ya sabemos, Cecy Guadiana y el líder de la Avanzada tamaulipeca Américo Villarreal Santiago mantienen una relación sentimental de pareja. Ambos jóvenes le echaron todos los kilos y fueron factor importante, podría decirse que decisivo para vencer a los candidatos priistas del llamado grupo Torreón.
Sin embargo, el ex panista Luis Fernando Salazar se pavonea hoy como el ganador político de la contienda en Coahuila. Para miles de ciudadanas y ciudadanos en esta entidad federativa donde el PRI de Manolo Jimenez va en picada, la que realmente hizo campaña y le aportó votos a la actual Presidenta electa Claudia Sheinbaum, es Cecilia Guadiana. El tiempo lo confirmará.
Retomando el escenario tamaulipeco, aquí el PRIAN ha sido sacado del poder con mucha anticipación. Eso significa que en los próximos cuatro años, la clase política morenista llevará la batuta. Y que la lucha por una aun lejana gubernatura, está ganada de antemano para el morenismo, con la Presidenta Claudia Sheinbaum y el doctor Américo Villarreal Anaya al frente.
POSDATA.—El único pero del morenismo en su ruta hacia el porvenir tamaulipeco, sería lograr la unidad en el escenario de tronos municipales. Pero llegado el momento entrarán en juego los liderazgos de la Presidenta Claudia Sheinbaum y del gobernador Américo Villarreal Anaya. En el proceso recién concluido, se demostró que en nuestro estado, la clase política guinda, no se manda sola.