- Dentro de los acompañantes en el embarazo, parto y postparto están las doulas, que son quienes acompañan a los padres desde el ámbito más emocional, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad, enseñan técnicas de manejo del dolor y además ayudan a la familia en otros procesos organizativos.
- Las parteras, también llamadas matronas, tienen formación médica y se encargan de supervisar la salud de la madre y el bebé. Pueden liderar partos naturales y apoyar al bebé al nacer.
- Con el aumento de la tecnología en la salud, el apoyo de doulas y parteras se torna vital para garantizar que el embarazo y parto sea una experiencia cómoda, humana, personalizada y centrada en la madre.
En Vida y Salud, nos encanta hablar sobre el embarazo y los bebés. Este importante proceso está lleno de detalles y decisiones importantes que tomar. Por eso siempre queremos asegurarnos de que tengas la información más clara y útil posible. Cada embarazo es único, y contar con el apoyo adecuado puede marcar una gran diferencia en cómo experimentas tu parto. Dos figuras que clave pueden acompañarte en este viaje son las doulas y las parteras. Aunque algunos piensen que son ‘cosa del pasado’, ambas ofrecen un apoyo valioso y especializado. ¡Vamos a conocerlas mejor y entender qué las hace tan especiales!
Doula: tu compañera emocional
El embarazo, el parto y el postparto no solo involucran cambios físicos; también afectan profundamente la mente y el espíritu. Incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la importancia del apoyo emocional durante todos los procesos. El Dr. Anshu, director del departamento de salud de la madre de esta organización, destaca: “El nacimiento es una etapa donde se entremezclan sentimientos de amor, esperanza y emoción, así como el estrés y la ansiedad. Las mujeres, cuyas necesidades se descuidan una vez nacido el bebé, necesitan sistemas de apoyo y atención”.
Acá es donde entra en juego una doula, ya que estas profesionales se centran en ofrecer apoyo emocional, físico y de organización antes, durante y después del parto. Aunque esta profesión no tiene formación médica para realizar exámenes o atender complicaciones, su papel es:
- Brindar apoyo emocional: La doula escucha a la madre, responde a sus preocupaciones y la ayuda a sentirse segura. Su objetivo es reducir el estrés y la ansiedad, acompañando también a quien la madre pida. Así permite una experiencia de parto positiva y memorable.
- Asistencia física: Enseña a la madre cómo manejar el dolor a través de técnicas como masajes, cambios de posición, ejercicios de respiración y el uso de pelotas de parto. Estas herramientas hacen del parto algo más manejable y menos intimidante.
- Educación y preparación: Proporcionan información y guía sobre las opciones disponibles, ayudando a la madre a tomar decisiones informadas en colaboración con otros profesionales de la salud. Ya sea en un hospital, en casa, en una cesárea o en un parto natural, la doula estará allí para apoyar.
Partera: atención médica personalizada
A diferencia de la doula, una partera (también conocida como matrona o comadrona) es una profesional de la salud con formación médica, generalmente enfermería. Está capacitada para manejar el embarazo, el parto y el postparto desde un enfoque clínico, aunque con un toque menos técnico y más personalizado que el de un ginecólogo. Hace años, las parteras apoyaban los partos con su experiencia, aunque sin formación médica profesional. Hoy en día, sus funciones incluyen:
- Supervisar la salud del bebé y la madre: Las matronas actualmente se encargan del seguimiento de la salud sexual y reproductiva de las mujeres de muchos países. Además, realizan exámenes prenatales, monitorean el progreso del trabajo de parto y atienden el nacimiento del bebé.
- Asistir en partos naturales: Su experiencia y formación profesional hacen que los partos sin la necesidad de intervención médica sean u principal punto fuerte. Pueden atender partos en casa o en centros de salud, según como la madre lo prefiera.
- Intervenir en situaciones de riesgo: Las parteras están capacitadas para identificar complicaciones y actuar. Si es necesario, se envía a la madre a un ginecólogo para recibir atención médica más especializada.
¿Son realmente necesarias?
La tecnología avanza rápidamente, lo que para muchos ha hecho perder la humanidad de la medicina. En ese caso, los roles de la doula y la partera tienen más importancia que nunca. Estas permiten tener un enfoque más amplio y personalizado de tu maternidad, algo que puede que esté perdiéndose. Además, con el aumento de la violencia obstétrica (donde se toman decisiones en el parto sin considerar a la madre) tener a alguien de tu confianza y que te ha trabajado contigo, puede hacer una gran diferencia.
Ya sea que elijas una doula, una partera, o una combinación de ambas, lo más importante es que te sientas segura y apoyada en tu camino hacia la maternidad. ¡Tu decides quiénes serán tus guías en este viaje tan especial!
Por Carlos Diego Ibáñez