Por Fermin Vallejo García
Los hechos violentos ocurridos en la Facultad de Medicina Veterinaria, debe de verse con preocupación y bajo dos ópticas:
Primero, es evidente e innegable que los personajes violentos que irrumpieron en la institución y agredieron director al director, están públicamente identificados con Hugo Guera, ex funcionario de la UAT y son muy cercanos colaboradores del rector Guillermo Mendoza. Los ojos y las voces de la opinión pública estatal, ven y afirman que Francisco García Cabeza de Vaca y su hermano Ismael, insisten en sacar recursos de la UAT con el permiso del rector para financiar la campaña de Imelda San Miguel y al PAN.
Segundo:
El fantasma del porrismo y de la época negra que vivió la UAT en los años 70s y 80s sigue rondando a la Máxima Casa de Estudios, y en la Facultad de Veterinaria se incuba y se alienta ese fenómeno de forma peligrosa, y los personajes que protagonizaron la violencia el pasado miércoles, son un ejemplo claro, y el responsable tiene nombre y apellido: Guillermo Mendoza, quien sigue sin destetarse de sus ex jefes, los Cabezas de Vaca.
Las alarmas se han activado peligrosamente y eso debe preocupar al gobierno de la 4T, sobre todo al gobernador Américo Villarreal Anaya quien en su mensaje del pasado 5 de diciembre en el Campus Victoria, fue claro y contundente al referirse que la Universidad de Tamaulipas debe recuperar su rol protagónico en la academia.
El gobernador se lo dijo de forma directa al rector Mendoza, pero al parecer no lo entendió.
El rector Guillermo Mendoza tiene dos caminos: romper su cordón umbilical con el régimen pasado que tanto daño le hizo a Tamaulipas, o bien hacerse a un lado. La institucionalidad de la UAT parece estar en entredicho. El rector tiene que definirse.
No tiene de otra. La limpia en la Universidad es urgente, y sacudirse el lastre que representa el cabecismo a través de personajes oscuros como Hugo Guerra, Homar de la Fuente y otros personajes a quienes la Auditoría Superior de la Federación, según se sabe, ya los tiene en la mira.