Presentan en el ITESO los resultados de estudios cuantitativos y cualitativos en torno al interés del empresariado de la entidad en temas de democracia económica para el sector privado
Con incentivos fiscales, información y apoyos adecuados, empresarios de Jalisco estarían dispuestos a aplicar en sus compañías el modelo de participación accionaria para los trabajadores, además de que hay empresas locales que ya aplican este tipo de gestión compartida con sus empleados.
Lo anterior fue parte de las conclusiones presentadas en el ITESO, ante integrantes del proyecto Adelante2, de los hallazgos de un diagnóstico que se elabora por medio de una encuesta cuantitativa a más de 800 empresas y al menos 30 entrevistas en profundidad.
El proyecto —en proceso, por lo cual se presentaron resultados preliminares– es una iniciativa de la Unión Europea en la que participan académicos de distintas latitudes, incluyendo investigadores de la Escuela de Negocios ITESO, y una de sus finalidades es conocer la receptividad de las pyme de Jalisco al modelo de Planes de Participación Accionaria de los Trabajadores (ESOP, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el estudio, 65 por ciento de los encuestados que aún no aplica este modelo organizacional consideró que sí es posible implementarlo en Jalisco y en México; 54.4 por ciento admitió estar interesado en aprender más acerca de las ventajas y las desventajas del mismo; 44 por ciento aseguró que estaría interesado en implementar este tipo de organización si recibiera la información y la asistencia apropiadas, y 48.3 por ciento reconoció su interés en hacerlo si por esto recibían incentivos fiscales.
También se detectó que 12.3 por ciento de las empresas encuestadas en la entidad ya aplica este sistema, aunque la mayoría sólo lo hace con los puestos ejecutivos (9.2 por ciento); 2.1 por ciento lo hace con empleados ejecutivos y no ejecutivos, y uno por ciento sólo con empleados no ejecutivos.
“La encuesta era para ver si las empresas estaban potencialmente interesadas en compartir acciones o parte de la propiedad de la empresa e identificar a algunas que ya lo habían estado haciendo. Uno de los desafíos es que, cuando dices ‘democracia económica’, el concepto es complicado, a veces no lo aterrizan los empresarios. Lo sorpresivo es que 12 por ciento nos dijera que ya lo hace, eso fue un hallazgo importante. La otra es que también un porcentaje importante, casi la mitad, están interesada en saber cómo se puede implementar”, explicó Mireya Pasillas, directora de Información, Estadística Económica y Financiera del Instituto de Información Estadística y Geográfica (IIEG).
El modelo ESOP es una estructura de gestión empresarial que abre la participación de los empleados dentro de las empresas en distintos niveles y opera desde hace varias décadas en Estados Unidos, donde está regulado por leyes claras. Sus defensores consideran que este método eleva la productividad, fortalece el vínculo de los empleados con la empresa y reduce la rotación de personal y los gastos que genera.
El sondeo cuantitativo fue realizado del 2 al 31 de octubre de 2023 con un cuestionario diseñado por académicos del ITESO, vía telefónica y correo electrónico, utilizando una muestra aleatoria (con un margen de error de 3.4 por ciento y un nivel de confianza de 95 por ciento) de 816 compañías con más de cinco empleados, considerando un universo de 47 mil 477 empresas registradas. Se buscó que fuera respondido por el dueño o por un empleado en un puesto ejecutivo. Su objetivo central fue estudiar la posibilidad de la propiedad de negocios por sus trabajadores y el potencial para la democracia económica en Jalisco.
De la muestra, se contó con la participación de 37.7 por ciento de empresas localizadas en Guadalajara; 21.6 en Zapopan, 7.1 en Tlaquepaque, 3.6 en Tlajomulco, 3.4 en Puerto Vallarta y el resto en otros municipios del interior del estado. Además, 46.8 por ciento de las empresas encuestadas estaban dedicadas al sector servicio, 28.7 al comercio, 19.2 a la manufactura, y el resto a otras ramas productivas como minería, agricultura y construcción.
Entre la información obtenida, destaca el hecho de que, dentro de los cuerpos de gobernanza corporativa de las compañías, 37.6 por ciento está dirigido por una junta general de accionistas; 34.8 por una mesa directiva y el resto lo hace con otros esquemas; 71.9 por ciento de estas empresas son comandadas por hombres y 20.1 por mujeres.
Esquema tradicional complica la apertura
La parte operativa de la encuesta cualitativa está a cargo de Con Impacto Consulting, una consultoría en sustentabilidad para empresas y gestión de proyectos sociales.
Durante la presentación, las consultoras Verónica Rubín y Elizabeth Arce compartieron resultados preliminares de las conclusiones derivadas de las conversaciones con empresarios, hasta ahora agrupadas en una tipología según el tipo de gobernanza de la empresa y su relación con los trabajadores, con cuatro enfoques:
1) Las empresas básicas-familiares, que todavía tienen un tipo de gobernanza muy tradicional enfocada solamente a generar empleos y asegurar el bienestar financiero de los dueños.
2) Las que están en desarrollo, que reconocen el trabajo de los empleados y cuyos dueños o socios ofrecen beneficios extras, con la intención de tener cierta retención de talento.
3) Las empresas de nivel estratégico, que utilizan un esquema más elaborado de beneficios para los empleados y los incentivan a participar en proyectos con la finalidad de que ellos también se vean beneficiados de lo que se genere financieramente.
4) Las empresas comprometidas, que buscan esquemas de participación en sus empleados, modelo en el que casi siempre están las empresas multinacionales y algunos casos nacionales.
En este sentido, reconocieron que la concepción familiar-tradicional de la mayoría de los negocios en Jalisco hace difícil una transición acelerada y sin resistencias hacia un modelo de participaciones accionarias de los trabajadores, pues en estos modelos los dueños tienden a pensar que nadie tiene más conocimiento del negocio que ellos mismos, y esta concepción los hace cuestionarse por qué deberían compartir sus acciones con sus empleados.
Sin embargo hay un área de oportunidad en los relevos generacionales de esas mismas compañías y en el reconocimiento de la necesidad de acciones orientadas hacia la innovación.
“Nos hemos encontrado con empresarios en los que tal vez percibimos que esa resistencia es por el apego que hay propiamente con la compañía, que viene tal vez de generaciones y ha ido pasando por la asociación familiar. Buscamos saber si se ha formulado otro tipo de participación de sus empleados, no solamente la relación laboral, sino que en un futuro puedan también ser ellos propietarios de acciones. Es algo que tal vez nunca se lo han planteado, y cuando llegamos a poner el tema sobre la mesa es donde encontramos esa resistencia”, explicó Arce