Vaya que se desató una fuerte especulación en torno a la salud del presidente López Obrador el pasado domingo en redes sociales, luego que decidió suspender la gira de trabajo que realizaba por Yucatán para supervisar las obras del Tren Maya por tener síntomas por Covid-19, ya que mientras algunos mensajes decían que se había desvanecido y que había sido trasladado de emergencia en helicóptero a la Ciudad de México, otros señalaban que le había dado un nuevo ataque al corazón y que le había provocado su muerte.
La especulación comenzó a generarse luego de que el vocero de la presidencia de la república, Jesús Ramírez Cuevas, informó que no se había suspendido la gira de trabajo por Yucatán, sin embargo, poco después el mismo López Obrador subió un mensaje a sus redes sociales para anunciar que se había enfermado de Covid-19 por tercera vez y que estaría en reposo por prescripción médica, además anunció que dejaría en su lugar al titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Adán Augusto López Hernández.
Mientras tanto se registraba una fuerte especulación en redes sociales en torno a la salud del político tabasqueño, ya que mientras algunos cibernautas deseaban que se recuperara rápidamente, otros se alegraron de que se había enfermado nuevamente de Covid-19, incluso varios dieron por hecho de que había fallecido y unos pocos hasta se interesaron por conocer quién sería su sustituto en lo que resta de la actual administración federal.
Y lógicamente, no faltaron aquellos mensajes en redes sociales que señalaban que se trataba de “un castigo divino” porque últimamente López Obrador se pelea con todo mundo, luego de que a diario lanza puyas a sus adversarios tanto en el plano nacional como en el ámbito internacional.
A propósito, el artículo 84 de la constitución mexicana habla acerca de los pasos legales que se deben realizar en caso de la falta absoluta del presidente de la república.
El primer paso se refiere a que El Congreso de la Unión nombrará a un presidente interino o substituto, lo que deberá de ocurrir en un término no mayor a 60 días, mientras tanto el Secretario de Gobernación asumirá provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo.
Indica claramente que: Quien ocupe provisionalmente la presidencia de la república no podrá remover o designar a los Secretarios de Estado sin la autorización previa de la Cámara de Senadores. Asimismo, deberá de entregar al Congreso de la Unión un informe de labores en un plazo no mayor de 10 días, contados a partir del momento en que termine el cargo.
El mismo artículo 84 de la constitución mexicana indica que: “cuando la falta absoluta del presidente de la república ocurriese en los 4 últimos años del periodo respectivo, si el Congreso de la Unión se encontrase en sesiones, designará al presidente substituto que deberá concluir el período, siguiendo el mismo procedimiento que en el caso del presidente interino.
Y si el Congreso de la Unión no estuviese reunido, la Comisión Permanente convocará de inmediato a sesiones extraordinarias para que se constituya en Colegio Electoral y nombre un presidente substituto siguiendo el mismo procedimiento que en el caso del presidente interino.
De regreso a la especulación generada por la enfermedad del presidente López Obrador el pasado domingo, se espera que pronto recupere la salud, pero los “dimes y diretes” que hubo se debieron porque el vocero presidencial Ramírez Cuevas no emitió un comunicado para informar a la opinión pública acerca de la crisis que tuvo nuevamente el tabasqueño.
Los mensajes a favor y en contra en las redes sociales reflejan claramente el grado de crispación que se vive en el país, ya que mientras algunos le deseaban a López Obrador una pronta recuperación, otros de plano saltaron de gusto al enterarse que estaría en reposos para no escuchar sus ataques y diatribas que lanza desde las conferencias mañaneras en Palacio Nacional.
Por otra parte, resulta verdaderamente preocupante que nuevamente la federación haya recortado el presupuesto de Tamaulipas, en esta ocasión fue de 840 millones de pesos, como sucedió en el pasado reciente cuando gobernaba un panista y se creyó que no sucedería con una administración morenista.
Luego de conocerse el recorte presupuestal de inmediato surgieron críticas en contra del presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, Éramos González Robledo, quien aseguró que ahora habría mayores recursos públicos de la federación, incluso ha sostenido reuniones con funcionarias estatales disque para incluir varias obras en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PREP) 2024.
Las quejas no sólo fueron en contra de González Robledo, sino también para la titular de la Secretaría de Finanzas, Adriana Lozano Rodríguez, quien presumía de tener excelentes relaciones con funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y en lugar de tener más recursos federales se tienen menos, sin descartar la posibilidad de que existan más recortes presupuestales para el Tren Maya.
Y hablando de la exdiputada federal Lozano Rodríguez, resulta que el adelanto de 2 mil millones de pesos de las participaciones federales del 2023 para Tamaulipas que anunció López Obrador en octubre del 2022, no se concretó porque la Secretaría de Finanzas no hizo el trámite correspondiente, pero además la administración estatal pasada dejó en caja 7 mil millones de pesos y no sólo 7 millones, como dice la responsable de las finanzas estatales.
En caso de ser cierta esta versión, no hay duda de que será una de las candidatas a dejar el gabinete estatal ante la necesidad urgente de realizar ajustes porque a casi 9 meses de gestión no hay resultados.
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