El siete de junio de 1951, se vivió la primera conmemoración del Día de la Libertad de Prensa, durante el gobierno del Presidente Miguel Alemán.
Les hablo de la primera celebración del Día de la Libertad de Prensa, en la primera mitad del siglo XX. Uno de sus organizadores, el periodista y escritor de la revolución, Martín Luis Guzmán, (La Sombra del Caudillo 1929).
Otro personaje icónico de aquella fecha fundacional, lo fue el célebre coronel José García Valseca, propietario de la mayor cadena de periódicos de la época, que posteriormente sería vendida a la familia Vázquez Raña.
Más de setenta años después, hay elementos nuevos para el análisis:
Hagamos un breve balance de los tiempos recientes, en la relación medios-gobierno:
En Tamaulipas, hasta el sexenio de Francisco García Cabeza de Vaca, días como el que se celebra este martes siete de junio, era comúnmente utilizado para rendir pleitesía al mandatario en turno.
En términos de relaciones medios-poder, la administración de Cabeza, ha pasado al basurero de los tiempos tamaulipecos, como la más represiva e intolerante de la historia.
En el sexenio del doctor Américo Villarreal Anaya, el marco de esta fecha, se da en un ambiente de respeto mutuo, pero sobre todo, ha desaparecido el culto a la personalidad del tlatoani estatal en turno.
Y obviamente que las diferencias con el sexenio represor y persecutorio del gobernador García Cabeza de Vaca, son muy notorias, por no decir que contundentes, en términos de respeto gubernamental, hacia el trabajo de las y los periodistas.
Hoy los trabajadores de los medios nos reuniremos con el titular del Ejecutivo. Antaño en estas fechas, solo los empresarios mediáticos lo hacían. Hoy, las relación de los periodistas con el poder, se ha vuelto más horizontal y menos elitista. Indudablemente, Américo ha marcado un antes y un después, ante el fascismo del sexenio cabecista.
—–LA CRISIS DE LA PRENSA ESCRITA: EL PODERIO DE LAS REDES —-
Uno de los fenómenos que define de manera transversal a los medios de comunicación en este tiempo americanista, es el de las redes sociales. En este contexto, cada elemento de la sociedad, se ha convertido en una especie de reportero que recibe y trasmite información.
El concepto de democracia ha sufrido un vuelco, y ya no volverá a ser lo mismo, desde el momento en que, existe una comunidad más informada y ante todo participativa de una manera abierta y plural.
Estamos hablando de la democracia participativa o colaborativa, que paulatinamente se fortalece. Aunque aun sigue vigente, el sistema representativo propio de otras épocas, como el que dio origen al Día de la Libertad de Prensa. Hoy, los tiempos que se vivieron en la génesis de este siete de junio, serían impensables. Imagínese a un Martín Luis Guzmán o a un Rómulo O, Farrill siendo bombardeados por las opiniones ciudadanas desde twitter, Facebook o whatsapp.
Por otra parte, estamos viviendo un salto cuántico en término de comunicaciones y de todo el cúmulo de información que se generar diariamente, sin que la podamos asimilar del todo.
¿Cómo influyen todos estos cambios, en el marco de la relación de los medios informativos y el gobierno?
Me parece que lejos de tornar más cómodas las cosas pare el periodismo de hoy, las nuevas tecnologías nos exigen una mayor y mejor especialización; una profundización en el análisis, partiendo de datos duros y perfectamente comprobables.
En los tiempos actuales del gobierno morenista tamaulipeco que preside el gobernador Américo Villarreal Anaya, se delinean dos vertientes que no se contraponen, y sí se complementan:
Una de ellas es el fortalecimiento del periodismo serio y profesional, donde ya empieza a verse el peso de comentarios y notas, derivadas de una rigurosa investigación.
Un segundo aspecto, lo constituye el compromiso con el avance y progreso de una sociedad tamaulipeca que estuvo postrada durante largos años, y especialmente el último sexenio.
El cabecismo constituyó una edad oscura , tenebrosa y violenta. Un tiempo al cual jamás se debe de regresar, por los crímenes y las persecuciones que lo caracterizaron.
Residuos de ese sexenio marcado por su cerrazón y su proclividad a la anarquía y a la corrupción sin freno, aun se pueden ver en los grupos de bots que vienen del sexenio cabecista, Y siguen tratando de entorpecer la vida democrática de nuestro estado.
Ante el terror del fascismo cabecista, se erige un muro de sueños y anhelos de las familias tamaulipecas que trabajan diariamente por la grandeza de su estado.
Vaya como colofón, el poema inmortal de nuestro Premio Nobel, Octavio Paz:
“Como pájaros ciegos, prisioneros/ como temblantes alas/ detenidas/ o cánticos sujetos/ suben amargamente/ hasta la luz aguda de los ojos/ y el desgarrado gesto de la boca/los latidos febriles de la sangre/petrificada ya/ e irrevocable/ NO PASARÁN.