Por Jose Luis Avila.
Cd. Victoria, Tam.– Productores de Tamaulipas le exigen al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, con urgencia elevar los niveles de productividad en el país, con el propósito de evitar seguir dependiendo de las importaciones de productos alimenticios.
Y es que desde hace 30 años, el campo mexicano enfrenta un desmantelamiento y abandono, a tal grado que el 80 por ciento de las empresas paraestatales dedicadas al campo desaparecieron y los jóvenes ya no encuentran oportunidad de desarrollo en el sector rural, según, Julio Cesar Martínez Infante.
El ex diputado local por el Partido de la Revolución Democrática-PRD- que con todas las acciones emprendidas hasta el momento por el mandatario nacional pareciera hacerlas al revés, pues los altos niveles de productividad se logran a través de organizaciones donde deben participar las asociaciones, los pequeños propietarios y los grupos ejidales con mentalidad productiva.
Y para ello, agrego, se requiere impulsar el desarrollo del campo a través de planes y programas eficientes, que lleven a México a ser autosuficiente en la producción de alimentos.
Por ejemplo hace algunos años Tamaulipas se logró colocar entre las primeras entidades productivas de granos, como sorgo, maíz y frijol, y en base a ello López Obrador debe adoptar los nuevos diseños de productividad en todas las áreas.
Asimismo el desmantelamiento de las dependencias gubernamentales vinculadas al campo, como Sagarpa, Conasupo, Conafrut, Banrural, Pronase y Fertimex, que producía el 70 por ciento de los fertilizantes, pero ahora se importa el cien por ciento con un costo de 90 mil millones de pesos anuales, a partir de ahí inicio la desaparición de las mismas pero que invariablemente beneficiaban a la gente del campo.
Ahora con la importación de alimentos la cual está llegando al 80 por ciento tanto en carnes, granos, frutas y oleaginosas, entre otras, se está demostrando el poco interés que se tiene con la productividad nacional, y ello ha dado como resultado que el campo se encuentre en pleno abandono, “ya no hay tierras ejidales y los pequeños propietarios están desapareciendoâ€.