Soy de los que opinan que: “Dale poder a un(a) P€n… y será tu verdugo” y nada menos ayer, en las oficinas centrales de COMAPA, fui testigo de la cerrazón de una empleada, de esas que hacen quedar mal a la empresa donde laboran.
Después del mediodía, me presenté en las oficinas de esta dependencia municipal para realizar un trámite que sabía me llevaría por lo menos una hora, por lo que me hice de paciencia.
Llamó mi atención un hombre canoso que llegó hasta la empleada que asigna turnos y preguntó donde podía entregar un documento para la condonación del 50% de descuento del recibo mensual del agua y drenaje. La empleada sin leer el documento lo envío a la vuelta del edificio, a la oficina del gerente.
El septuagenario después de unos 15minutos regresó todo sudoroso y pidió le recibieran el documento, que por cierto el acceso a la oficina del gerente estaba cerrado con candado y en la entrada al estacionamiento le recogieron el escrito y al cabo de un rato el empleado regresó para decirle que regresara con la misma empleada que lo mandó y ella lo recibiría.
De regreso la empleada ‘estrella del burocratismo’ intentó persuadir al cansado hombre de que ahí no era y le entregó un papel con los requisitos para el trámite, mismo que el hombre recogió y leyó, por lo éste contestó: “Todo esto señorita aquí está como anexo en el oficio que quiero entregar… aquí lo dice el documento…”
Molesta la mujer, a manera de mujer autoritaria, con algunos 40 años de edad, adicionó: “¿y a nombre de usted están estos papeles?… -No señorita es a nombre de mi esposa que la tengo malita, por eso no viene… -¡Cuando se alivie que venga! -dijo la empleada. -Oiga el año pasado sucedió lo mismo y nos vino sin descuento el mes de noviembre.
Otro detalle que el señor intentaba dejar en claro es que en los requisitos exigidos por la COMAPA VIC, en ninguna parte dice algo de trámite personal.
En una reflexión la edad de adulto mayor verdaderamente puede ser la salud un obstáculo para la tramitología burocrática, aunque la pésima representante de la gerencia de la COMAPA VIC, cumple con su papel de negativismo, seguro así se lo ordenaron.
En la espera a mi solución problemática en esta dependencia municipal, me pude percatar del exceso de empleados que se ¿pasean? dentro y fuera del edificio, aunque también me permitió ver cuando una humilde señora llegó a entregar un ‘oficio’, mismo que la ‘empleada estrella del burocratismo’ identificó.
¿Usted es la esposa enferma que no podía venir? Preguntó la empleada. -Sí estoy enferma señorita… aquí traigo mis recetas, ¿las quiere ver? -No parece enferma señora, dijo la ¿trabajadora? -No señorita usted parece más enferma que yo.
La sorpresa es que la empleada tomó el documento que se negaba a recibir quien hace las veces de recepcionista, lo registró en un cuaderno escolar tamaño profesional y devolvió a la septuagenaria, diciendo: “…es todo. Que se alivie y espero verla por aquí el año entrante”
La viejita con una voz clara y limpia contestó: “Al paso que va señorita es más fácil que yo regrese aquí el año que entra, que usted permanezca ahí como empleada, porque puedo asegurarle que si sus jefes descubren como trata a los usuarios la van a correr… Que Dios le perdone y a mí que no me suelte de su santa mano.”
El rostro de la empleada de la COMAPA VIC cambiaba de color, de pálido a colorado y los músculos del rostro se veían contraídos al grado que no hubo respuesta, sus labios estaban clausurados, mientras los observadores sonreíamos de la habilidad mental de la señora que no quería otra cosa más que intentar estirar su pensión y la de su esposo, pero la mala suerte de los empleadores que casi juran servir con amabilidad y cortesía al público.
Ojalá las autoridades intenten investigar este tipo de denuncias, no para correr o sancionar a los pésimos empleados, sino intentar mejorar la imagen de la dependencia de gobierno como la COMAPA VIC, que está reprobada en el servicio que presta y las exigencias que tiene al público.
Darle poder a un… ¡Y será tu verdugo!















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