Vaya que sí le dolió al presidente Donald Trump que el Comité Noruego del Premio Nobel de la Paz 2025 se haya decidido por la activista venezolana María Corina Machado Parisca para recibir este galardón en lugar de él, puesto que días antes de la designación emprendió una intensa campaña desde la oficina oval de la Casa Blanca señalando que: “nadie en la historia ha resuelto ocho guerras en tan sólo nueve meses”.
Y tiene mucha razón porque recientemente logró un acuerdo de paz entre Israel y Hamas, en junio pasado negoció un cese el fuego entre la India y Pakistán por Cachemira, también promovió un acuerdo entre el Congo y Ruanda, pero no se puede comparar el poder económico y el ejército mejor armado del mundo que tiene como presidente de los Estados Unidos con la autoridad moral de una incansable luchadora que busca acabar con el régimen autoritario de Nicolás Maduro Moros para que Venezuela recobre la democracia y la paz social.
El presidente del Comité Nobel, Jorgen Watne Frydnes dijo que la decisión del ganador del Nobel de la Paz responde a un proceso basado en méritos y no en campañas ni presión mediática, luego de ser cuestionado sobre el por qué se designó a Machado Parisca en lugar del presidente Trump.
Nadie le puede quitar el mérito que tiene la ganadora del Premio Nobel de la Paz 2025, sobre todo cuando el gobierno represor de Maduro Moros le quitó la candidatura en las elecciones presidenciales de Venezuela en el 2024, por lo que tuvo que entrar en su lugar el empresario Edmundo González Urrutia, quien luego de ganar ampliamente la contienda electoral, tuvo que huir porque la dictadura se aferró al poder en detrimento de la oposición.
Cabe señalar, que los regímenes surgidos de la izquierda en el continente americano se negaron a reconocer los méritos de la luchadora social Machado Parisca tras obtener el Premio Nobel de la Paz 2025, sin embargo, es una muestra clara de que nadie puede ocultar las aberraciones que cometen a través de la fuerza militar, como sucede en Venezuela.
Por cierto, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha sido duramente criticada por argumentar en la conferencia mañanera del pasado viernes que “México respeta la soberanía y la autodeterminación de los pueblos para no felicitar a la líder opositora Machado Parisca por obtener el galardón”, como si de esta manera pudiera ocultar la caótica situación social que se vive en Venezuela, en donde la mayoría de la población padece de una marcada pobreza y marginación.
Y más cuando minutos antes se había referido a la destitución de la presidenta Dina Boluarte Zegarra por parte del Congreso de Perú, dejando a un lado la política del respeto a la soberanía de otras naciones para señalar que se debe liberar al expresidente Pedro Castillo Terrones en un asunto netamente interno del pueblo peruano.
En fin, la decisión del Comité Noruego del Premio Nobel de la Paz 2025 para reconocer la labor incansable de la luchadora social Machado Parisca no le cayó nada bien al presidente Donald Trump, quien anhelaba tener este galardón para presumir que nadie como él ha logrado resolver ocho conflictos bélicos, pero se le olvidó mencionar que amenazó con imponer represalias económicas y aranceles a todos aquellos que no respondieran a sus deseos de paz.
Por otra parte, resulta alarmante que tan sólo en un mes Tamaulipas haya perdido mil empleos, según cifras proporcionadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) durante el pasado mes de septiembre.
El reporte indicó que en agosto había 693 mil 172 trabajadores afiliados al IMSS, pero la cifra bajó a 688 mil 514 en septiembre, cuya reducción se ha registrado en los tres últimos meses del año.
La mayor cantidad de bajas ante el IMSS se registró en mayo pasado, cuando se perdieron mil 848 empleos, en tanto que en julio se registraron mil 640 bajas, a pesar de que Tamaulipas era uno de los estados que se iban a beneficiar con el llamado “outsourcing”, llegada de nuevas empresas.
La pérdida de empleos formales no es la única “alarma” que se da en el contexto económico, debido a que la entrada de remesas a México suma cinco meses consecutivos a la baja, luego de que en agosto el flujo cayó en un 8.3% anual, según el Banco de México (Banxico).
Este ha sido el desplome más severo que han tenido las remesas que envían nuestros paisanos que viven y trabajan en la unión americana, ya que las redada del Servicio de Inmigración y Control de las Aduanas de los Estados Unidos (ICE) por sus siglas en inglés, han hecho mella porque ahora sus familias en nuestro país reciben menos dinero.
Y para colmo, el peso se ha fortalecido ante el dólar, por lo que las familias de los paisanos tienen menos poder económico, como sucede en Zacatecas, Guanajuato, Hidalgo, entre otras entidades de donde han salido nuestros paisanos para trabajar en los Estados Unidos.
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