Redacción | La Región Tamaulipas
La Selección Mexicana fue humillada por Colombia con una dolorosa goleada de 4-0 en el AT&T Stadium de Arlington, Texas, un resultado que desnuda la falta de nivel, liderazgo y proyecto real del equipo que dirige Javier “El Vasco” Aguirre.
Desde el arranque, México lució desordenado, sin ideas ni intensidad. Jhon Lucumí abrió el marcador al minuto 16 tras una mala salida del portero Ángel Malagón, mientras que Luis Díaz hizo lo que quiso por su banda y firmó el segundo tanto al 56’, en un contragolpe que dejó en evidencia la lentitud y la desconcentración defensiva del conjunto tricolor.
El tercero cayó al 64’ con un golazo de Jefferson Lerma, quien fusiló la portería mexicana sin oposición alguna. Finalmente, Johan Carbonero cerró la cuenta al 86’ ante una débil reacción del arquero mexicano, sellando una noche de pesadilla para el “Tri”.
Durante los 90 minutos, México fue un equipo sin alma, sin respuesta y sin fútbol. La falta de creatividad ofensiva y la pobre conexión entre líneas mostraron que el proyecto del “Vasco” Aguirre está muy lejos de competir con selecciones de nivel mundial.
El marcador no solo refleja un mal partido: refleja una crisis profunda, un equipo que no encuentra rumbo ni identidad rumbo al próximo Mundial.
El siguiente compromiso del “Tri” será ante Ecuador, el martes 14 de octubre en el Estadio Akron de Zapopan, Jalisco, donde el conjunto mexicano tendrá que buscar algo más que una victoria: tendrá que buscar dignidad.
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