Tiene razón Jesús Lavín Verastegui, el tesorero estatal, cuando afirma que hay una obesidad burocrática; en pocas palabras, que el gobierno de Américo Villarreal Anaya tiene empleados que no tienen razón de ser. Claro, a esta afirmación debemos encontrar los motivos o las razones. Y es una, quizá muy sencilla: el gobierno tiene que ajustar su presupuesto, no puede gastar lo que no tiene (¿puede pedir préstamos?). Siempre inician ajustando gastos de operación y terminan despidiendo trabajadores.
¿Recuerdan cómo empezó el gobierno de AMLO? Empezó corriendo a los aviadores, luego a los asesores, siguió con aquellos que -como dice Jesús Lavín- duplican funciones; termino ajustando secretarias, adelgazándolas, quitándoles la obesidad. Incluso, ni como olvidar, a los organismos autónomos los desapareció con el pretexto de que son onerosos, gastan mucho, y no son necesarios… porque la rendición de cuentas no funciona cuando son honestos como los de la 4T.
CRECIMIENTO POR AGREGACION.
La función administrativa tiene un orden: cada dependencia tiene funciones que le otorga la legislación, como la ley de la administración publica estatal; cada función se tiene que desglosar en procedimientos y en operaciones, y esa es la base para crear secretarias, Direcciones, Departamentos y oficinas. Para eso hay, o debe haber, un manual de organización y uno de procedimientos. Sin embargo, al paso del tiempo, con reestructuraciones, comisiones y equipos, se hace grande, mas personal…
Porque la mayor de las veces el aparato burocrático crece al capricho del jefe. Cada sexenio, al inicio, es costumbre que el nuevo gobernante modifique la ley orgánica de la Administración Pública: fusionan secretarias, crean unas nuevas y otras, simplemente, las desaparecen. Recuerdan el caso de Tomas Yarrington: que integro secretarias dando, a unos, mucho poder. Pero también, en otras ocasiones, se crean dependencias que vienen a trabajar en áreas especifica, necesarias para el desarrollo.
AVIADORES.
Una de las razones también del crecimiento burocrático son los aviadores, aquellos que cobran pero no trabajan. Cada vez que puede, por ejemplo, el líder sindical de los maestros hace la misma acusación: aviadores en educación. Y no solo ahí, están en todos lados. Les cuento, hace tiempo un tesorero estatal recibió la petición de un amigo: revisar el caso, vamos de otro amigo, que lo habían despedido de su trabajo. Revisa y, hagan de cuenta, le dice al amigo: oye, que poca… tu amigo cobra en dos dependencias, no puede ser posible… le fue bien: no lo corrieron de las dos.
En una conversación, como dicen, fuera de récord, un tesorero de la universidad me confió: un cuarto de los trabajadores son aviadores, ante mi sorpresa me explico: cada rector, ayuda a amigos y familiares; así, uno y otro, hace lo mismo, y el que llega, por no enfrentarse al que se va, pues les sigue pagando. Muchos recuerdan casos de la época de Enrique Ettiene como rector, antes fue tesorero y conocía el caso: reviso, cito a unos e hizo ajustes. Pero hubo uno, de historia: un día se encontraron dos amigos en los pasillos, el funcionario sorprendió pregunto: ¿a que vino? A cobrar, le dijeron, y exclamo: pero si es funcionario de gobierno. La explicación fue simple: tiene varios años cobrando aquí: lo corrieron y les gano la demanda.
REFORMA ADMINISTRATIVA.
En la época de José López Portillo con bombos y platillos se anuncio una reforma administrativa con el slogan de: se tiene que hacer con cincuenta centavos lo que ahora se hace con 1 peso. Es optimizar el gasto, racionalizarlo, pero además hacerlo con eficiencia y eficacia. Eso funciona, digamos en teoría, en la iniciativa privada: porque se busca que en la relación costo beneficio, las ganancias sean siempre mayores. Y en el gobierno, lo que se mide, es que la tarea publica tenga un impacto en la población: como eso de que, con AMLO, como haya sido, la pobreza disminuyo…dijeron: 10 millones de mexicanos dejaron de ser pobres.
Es lo que tiene que buscar Jesús Lavín como tesorero: que el dinero rinda y alcance para todas las operaciones y programas del gobierno de Américo Villarreal Anaya. En esa tesitura, tiene que optimizar el gasto, por eso ya pidieron al resto de los secretarios que estudien, que revisen, que chequen, si todos tienen una tarea y la están cumpliendo. Si es necesario, pues, una reestructuración o ajustar una plantilla laboral, se tendrá que hacer… claro, ya lo dijo bien fuerte: que los sindicalizados no se preocupen.