- Entre los factores existen riesgos comerciales, hídricos, jurídicos y de seguridad, así como presiones internas e internacionales: César Ocaña Romo.
- La constante amenaza de imposición de aranceles impactaría de manera inmediata a la agroindustria.
El sector agroalimentario atraviesa una de las coyunturas más desafiantes de las últimas décadas y se disparan nerviosismo e incertidumbre ante la posible imposición de aranceles del 25 por ciento a las exportaciones hacia Estados Unidos, condicionados a medidas en migración y lucha contra el narcotráfico.
Así lo aseguró el director de la consultora NexusAgronegoscios, César Rafael Ocaña Romo, luego de señalar que a este contexto se le han sumado otros factores como la reforma judicial y los debates para modificar y crear una Ley General de Aguas Nacionales en plena crisis hídrica, lo que compromete la estabilidad del sector.
Además de los impactos en la agricultura de exportación, se suman los desafíos para los productores de grano que abastecen una parte importante del consumo nacional: la crisis hídrica, baja rentabilidad, aumento en costos de insumos, falta de apoyos a producción y riesgos de mercado, además de la creciente inseguridad que afecta a todos los sectores económicos, expresó Ocaña Romo.
Señaló que productos “ganadores” como aguacates, berries, espárragos, tomates, carne de res y ganado en pie serían los más afectados por estos aranceles. México que a octubre del 2024 alcanzó el tercer mayor saldo positivo en tres décadas (con exportaciones de 45 mil 560 millones de dólares e importaciones de 38 mil 602 millones de dólares) podría ver comprometida la viabilidad de importantes cadenas de valor si se cumple con la amenaza del presidente Donald Trump de aumentar aranceles al 25 por ciento.
Desde NexusAgronegocios, Ocaña Romo, señaló que este panorama de alta incertidumbre requiere de respuestas claras y proactivas por parte de las autoridades y mayor compromiso de los organismos gremiales con sus productores.
“Es de reconocer que los organismos gremiales adopten una postura firme junto con el gobierno mexicano en la defensa del libre comercio frente a presiones externas. Sin embargo, resulta preocupante que se omitan exigencias de políticas públicas y acciones internas que fortalezcan el ambiente de negocios para los productores, unos para salir adelante y otros para mantenerse a la vanguardia en los mercados internacionales», enfatizó.
La crisis hídrica y los foros en torno a una Ley General de Aguas Nacionales han generado gran inquietud porque “el uso agrícola del agua, está descontextualizado. Es fácil señalar que la agricultura utiliza la mayor parte del agua (76%), pero es necesaria para la producción de alimentos y exportaciones. Mientras tanto, sectores urbanos bajo gestión gubernamental pierden hasta el 40 por ciento del agua potable por fugas.”
El experto agropecuario agregó que “El problema no se limita solo a aspectos legales, sino de gestión, monitoreo y presupuesto. Es necesaria la inversión en infraestructura, tecnologías de riego, modernización de redes urbanas, un sistema eficiente de sanciones y Modificar la Ley de Aguas sin resolver estos problemas solo agravará la crisis hídrica.”
La reforma al Poder Judicial y la desaparición de órganos autónomos también presentan riesgos significativos de erosionar la estabilidad económica y afectar negativamente sectores vitales como el agropecuario, con impactos potenciales en la inversión, planeación y la competitividad internacional, finalizó.