El autor de esta columna era niño-adolescente cuando escuchó hablar en la colonia Rodríguez de Reynosa, su suelo natal, de Armando Fuentes Aguirre, Catón. Un joven que estudiaba leyes en Saltillo un día presumió en el barrio un folleto rústico con columnas del entonces incipiente humorista.
Años después, este mismo autor empezó a trabajar en un periódico de Nuevo Laredo y descubrió en un cajón de escritorio, copias al carbón de la columna de Catón que seguramente no gustaron y fueron abandonadas.
Nunca supimos si eran colaboraciones espontáneas y gratuitas, o si se trataba de un trabajo contratado por la empresa que simplemente no gustó al responsable de la edición, y las hizo a un lado.
Por supuesto, nos encargamos de rescatar las columnas y las empezamos a publicar v a veces hasta de dos en dos cuando los temas no perdían actualidad, para no desperdiciar lo que estimábamos eran joyas literarias.
Esto ocurrió hace más de cincuenta años. Recientemente tuvimos la premonición de que el Catón coahuilense era una invención de un grupo de intelectuales que usaban el nombre para firmar la famosa columna que suponíamos de autoría múltiple.
Y ahora leemos en la prensa que Fuentes Aguirre es un hombre de carne y hueso que acaba de recibir en su natal Saltillo, un homenaje por su genio creador.
Don Armando es dueño de un ingenio prodigioso que lo mismo maneja con tino e inteligencia temas intelectuales, que ideológicos, religiosos, políticos o de simple convivencia humana.
También tenemos que confesar que ya no leemos con asiduidad a Catón por la simple circunstancia de que el autor, o los autores de la columna, caen frecuentemente en el error de repetirse, es decir, cuentan los mismos chismes, chistes, anécdotas e historias.
Se copian a sí mismos pero con mucho descaro.
En otros temas, el Gobernador Américo Villarreal Anaya prendió focos rojos y puso a trabajar a uno de sus equipos especializados en asuntos espinosos, tras del anuncio del Presidente electo estadounidense Trump, de hacer deportaciones masivas.
Trump tomará posesión del poder ejecutivo federal del vecino país el 20 de enero de 2025 y no pasará mucho tiempo antes de que cumpla su promesa de campaña de mandar de regreso a su país a miles de connacionales.
Américo sabe que Tamaulipas tendría una situación de emergencia cuando ocurra la expulsión de compatriotas, tanto por su gran número, como porque las ciudades fronterizas no cuentan con la infraestructura necesaria para atenderlos.
Es una auténtica bomba de tiempo, una papa caliente que el gobierno local tiene en las manos y que tendrá qué resolver atenido a sus propios recursos, pues la federación simplemente escurrirá el bulto, se desentenderá del problema.
La Presidenta Claudia Sheinbaum acaba de visitar Nuevo Laredo donde colmó de elogios a esa ciudad y a sus autoridades encabezadas por Carmen Lilia Cantúrosas Villarreal ofreciendo dotarlos de todos los apoyos necesarios.
Pero ya se sabe que son discursos de ocasión, para la foto y el registro histórico, porque cuando les piden a los altos jerarcas que materialicen las ofertas de apoyo, cambian el discurso triunfalista por la jeta torcida y la ceja arqueada.
Por cierto, Carmen Lilia fungió como testigo de honor en la firma del convenio de colaboración entre la Universidad Autónoma de Tamaulipas y el Colegio de Notarios de Nuevo Laredo.
El propósito del convenio es establecer mecanismos de colaboración para que los estudiantes de la Facultad de Comercio, Administración y Ciencias Sociales, de carreras afines a las funciones notariales, puedan realizar su Servicio Social y Prácticas Pre Profesionales en las notarías asociadas al Colegio.
A propósito de la UAT, el Rector Dámaso Anaya Alvarado viajó a la Ciudad de México para reunirse con el presidente de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Ricardo Monreal Avila.
Ambos personajes dialogaron sobre temas fundamentales sobre el presupuesto y los proyectos estratégicos que le permitirán seguir avanzando a esta casa de estudios. Uno de los temas fue la creación de la Facultad de Medicina, en Ciudad Victoria, y el Hospital Universitario, en Tampico.
Dijo el Rector a los periodistas, que las propuestas de la UAT prevén el crecimiento en la parte académica, así como en la ciencia y la tecnología.