En diversos tramos de la carretera Victoria- Mante, se les puede ver, girando en las alturas como poderosas metáforas del poder económico global. Son los modernos y descomunales aerogeneradores, herederos de la Edad Media y sus molinos de viento, aquellos que fueron confundidos con gigantes por don Quijote, en la llanura manchega.
Hoy, un puñado de familias llerenses, erigidos en valientes reivindicadores de sus derechos, están reclamando el pago de los acuerdos, contraídos por los capitalistas eólicos.
A la manera del teatro barroco de Lope de Vega, las fuentes ovejunas llerenses exigen se les cumplan sus legítimas peticiones, o bien pedirán todo el peso de la ley contra los comendadores del capital y sus vientos domesticados. Los representantes de la empresa Tres Mesas están entre la espada del pueblo acusador y la pared de sus patrones que les ordenan tácticas dilatorias.
En las proximidades de Llera, sobre el filo de la cadena montañosa, que en el pasado precolombino fue el hogar de nuestros antepasados janambres, las imponentes estructuras de acero, parecen marchar en fila castrense, alterando la visión de la geografía, ensuciando el panorama natural del entorno.
Son las aspas de un capitalismo depredador que acapara ganancias millonarias en dólares. Y ha engañado a las comunidades de la región con el espejito retórico de repartirles ganancias, por la vía del arrendamiento.
Lo que nadie sabe es que esta infraestructura valuada en más de 200 millones de dólares, fue adquirida hace 4 años por inversionistas chinos.
En el 2020, cuando los ejecutivos de la empresa Zuma Energía vieron que empeoraban las relaciones de su amigo Francisco García Cabeza de Vaca, con el gobierno morenista de Andrés Manuel López Obrador, optaron por vender varios de sus parques de energía eólica. Los compradores y nuevos dueños, son los del consorcio chino State Power Investment, cuyo Presidente Ejecutivo era en 2020 Qian Zhimin.
Entre los activos de Zuma Energía, en el momento de la operación, se mencionaron dos plantas solares en Sonora y Chihuahua, así como dos parques eólicos en Oaxaca y Tamaulipas. Esta última es el controversial parque de Tres Mesas, inaugurado con toda pompa por los “comerciantes” de nacionalidad texana, los cabecistas en 2017, mismos que prometieron cientos de empleos y grandes beneficios para la población, de los cuales no ha habido nada.
Esta fuente de energía celebrada por parte de Cabeza y su grupo, hoy acaba de ser declarada como basura por parte del Presidente norteamericano Donald Trump, mismo que las declaró como una actividad que afea los mares estadounidenses, con sus molinos de viento. Trump también ha dicho que el ruido de las turbinas eólicas causa cáncer y que arruinan el medio ambiente.
Verdad o mentira, lo dicho por Trump, lo cierto es que sus declaraciones ya han provocado el derrumbe de las acciones de empresas eólicas europeas. Y actualmente todos los consorcios globales que juegan en el mercado de la energía producida por el viento, buscan vender.
En pocas palabras no es el mejor momento para las empresas nacionales o extranjeras que participan en el mercado de la energía eólica.
Peor aún, en el caso específico de la empresa Tres Mesas, acaba de recibir un ultimátum por parte del gobierno del estado, cuyo titular de energía José Ramón Silva dijo que el consorcio tiene un plazo de 72 horas, para satisfacer las demandas de los ejidatarios afectados, de lo contrario llevarán el caso ante los tribunales.
El endeudamiento de los ejecutivos de Tres Mesas con los habitantes de los ejidos Pedro J Méndez, Compuertas, y Emiliano Zapata de Llera es de aproximadamente 15 millones de dólares, ya que tienen los derechos sobre la superficie donde se encuentran instalados casi el 60 por ciento de 85 aerogeneradores.
Hablamos de 350 familias que ahora, pareciera que tienen contra la pared a un grupo de empresarios sinvergüenzas que les adeudan más de trescientos millones de pesos mexicanos. De ganar el caso, cada familia recibiría una cantidad cercana al millón de pesos.
HUGO RESENDEZ, DESTACADO TRABAJO A FAVOR DE LA COMUNA VICTORENSE.
Un posicionamiento ganado a pulso, demostrando que trabajo anula grilla, es el desplegado por el Secretario del Ayuntamiento Hugo Resendez Silva, el cual parece tener el don de la bilocación, pues se hace presente, casi al mismo tiempo en diversos sectores para atender, lo mismo a personas afectadas por las bajas temperaturas, que la política interior del municipio, siempre leal al gobernador Américo Villareal Anaya y a su jefe, el alcalde Eduardo Gattas.