Política: acuerdos e imposiciones.

La política, en teoría, es resolver problemas; y para hacerlo se usa el dialogo para lograr acuerdos. La mejor definición indica que, el acuerdo, debe ser aquel que origina menos daño a las partes. Hay, sin embargo, otra definición: que es una relación de fuerzas y, en ese contexto, la solución la da quien tiene la capacidad para imponer o hacer su voluntad. El primer punto, implica tolerancia, diálogo y acuerdo; el segundo, intolerancia, arbitrariedad, en pocas palabras, la imposición de una voluntad.

La historia de la humanidad está plagada de acuerdos: acuerdos que, en última instancia, han servido para dar por terminado un problema. En el caso de México, por decir, el famoso abrazo de Acatempan, entre Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero dio por terminada la guerra de independencia. Así, a lo largo de la historia del mundo, se pueden mencionar uno y mil acuerdos… claro, hay unos que no se cumplen.

EL PRI Y EL PAN.

La política en México ha sido de acuerdos. Unos se hacen públicos, otros no. Hace días, por ejemplo, se hizo público un acuerdo entre el PRI y el PAN de Coahuila, firmado incluso ante notario público. Ganaron la elección, pero, entre las partes, no se cumplió el acuerdo, que hasta se hizo público en las redes sociales. Recordamos otro: el Pacto por México, que Enrique Peña Nieto logro que firmaran los partidos políticos y que fue la oportunidad para afianzar la reforma energética. Hoy sabemos, nos enteramos pues, que hubo prebendas económicas para los firmantes.

A la vista del acuerdo, el PRI y el PAN en Coahuila se repartían un botín, el botín que se obtiene cuando se ejerce el poder político. Se les puede acusar, creo que, de todo, pero es una realidad que no se puede soslayar: eso son y eso significan los acuerdos políticos. Cuando acaba la guerra mundial, se dividieron el mundo: Alemania fue separada por un muro; de un lado capitalista, del otro socialista. Siempre, los que ganan, se quedan con el botín.

SIN ACUERDOS, IMPOSICION.

¿MORENA hace acuerdos? Difícil pensar que no: los hay, entiéndase, no escritos, con quienes financian las campañas políticas. Mucho se ha hablado, en el caso de Tamaulipas, de los potenciales acuerdos con Carmona: y, en los hechos, quienes figuraron como parte del entramado afianzan su poder político. Hay que esperar, ver, que sucede con Marcelo Ebrard y su acuerdo, sea con AMLO o con Claudia: ¿les darán lo que pidieron para ya no hacerla de tos? Por cierto, Marcelo público que asistió al cierre de campaña de Claudia.

En el caso de los pleitos al interior de MORENA, quizá no haya acuerdos explícitos, pero si es explicito, que hay imposición: está documentado como AMLO, en un restaurant, les informo a sus corcholatas como sería la elección interna, de cómo debían conducirse, de cómo los que perdieran serán los coordinadores legislativos (diputados y senadores) y que los otros irían al Gabinete: se los dijo el Presidente del país, no de MORENA, puesto que Mario Delgado hagan de cuenta que es una marioneta sin poder. Cumple lo que le ordenan.

A CUERDOS ELECTORALES.

Y para más elementos, de cómo los acuerdos son políticos, están los acuerdos electorales, que están regidos por la legislación respectiva. Hace días se dieron a conocer los acuerdos que hicieron, por un lado, el PAN, el PRI y el PRD; y por el otro, MORENA, el Verde y el PT. Acuerdos que describen como se reparten las candidaturas de elección popular para la elección del 24: en ambos casos, van juntos en la elección presidencial: la variante está en el resto, por decir, las senadurías, las diputaciones federales, las locales, las Presidencias Municipales y hasta las regidurías y los síndicos.

Por cierto, más de uno, hizo notar que el PRI estatal que dirige Mercedes del Carmen Guillen, mejor conocida como Paloma, no tiene vergüenza: y es que acepto que solo van a tener candidatos a Presidentes Municipales ahí donde actualmente gobiernan. Vale hacer notar que, en el caso de MORENA y de sus aliados, ya es común que algunos candidatos de MORENA sean con el respaldo de otro partido: Miguel Ángel Mancera y el mismo Mario Delgado así se convirtieron en legisladores.

Y todo hace indicar que, previo acuerdo se entiende, en Tamaulipas el Partido Verde va a prestar su membrete para que morenistas, como Maki Ortiz, sea candidata a senadora… Acuerdos que, sin lugar a dudas, son una repartición del botín político legislativo.

TRANSPARENCIA O EN LO OSCURITO.

Esa es la cuestión: todos los acuerdos políticos debieran ser transparentes, tal y como lo son los electorales. Pero, imaginen ustedes, ¿Cómo fue el acuerdo entre AMLO y los gobernadores (de oposición) que entregaron el poder a MORENA y ahora están convertidos en Embajadores? Se la debía, dijo AMLO, cuando se nombró al último exgobernador como embajador, se portó muy bien, apunto.

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