Una verdad que se construye entre muchos

Son los “elementos nuevos” que incorporó el subsecretario de Gobernación   en el informe que rindió ante los padres de los normalistas rurales asesinados –es alucinante suponer que nueve años después estén vivos–, lo que Rosales empata con “la verdad histórica” del entonces procurador Jesús Murillo Karam –actualmente preso junto a más de un centenar de presuntos involucrados, incluidos 20 militares y de ellos dos generales–, la mayoría de los medios presentaron como “la nueva narrativa construida por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador sobre esos crímenes está más cercana a la verdad histórica” que a la realidad.

Un poco tarde quizá, el presidente Andrés Manuel fijó la postura más a fondo del gobierno federal en torno al caso de Los 43  –pero que en rigor son 41, pues los restos de dos estudiantes fueron identificados tiempo ha– y los nuevos giros discursivos de Vidulfo Rosales y otros abogados, también de asesores que no dan la cara, sobre los avances en la investigación nueve años después de la conocida como Noche de Iguala, Guerrero, y que el protagónico e incluso exhibicionista litigante niega en los siguientes términos:

“Tras casi dos horas y 45 minutos de intercambio, en entrevista al salir de la reunión, el abogado de las familias, Vidulfo Rosales, expresó que ‘fue peor (ésta), pues el informe presentado por (Alejandro) Encinas incorpora elementos nuevos más cercanos a la verdad histórica, criminaliza a los estudiantes al referir que había una infiltración y reduce los hechos a un tema meramente local, que la responsabilidad radica principalmente en Guerreros Unidos, dejando fuera la responsabilidad de las autoridades’” (La Jornada, 26-IX-23).

Son los “elementos nuevos” que incorporó el subsecretario de Gobernación   en el informe que rindió ante los padres de los normalistas rurales asesinados –es alucinante suponer que nueve años después estén vivos–, lo que Rosales empata con “la verdad histórica” del entonces procurador Jesús Murillo Karam –actualmente preso junto a más de un centenar de presuntos involucrados, incluidos 20 militares y de ellos dos generales–, la mayoría de los medios presentaron como “la nueva narrativa construida por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador sobre esos crímenes está más cercana a la verdad histórica” que a la realidad.

La ambigüedad de la frase fue superada con la advertencia de que decepcionados tras no encontrar las “respuestas prometidas”, los familiares y sus representantes adelantaron que analizarán si continúan o no en diálogo con el gobierno de la Cuarta Transformación, mantendrán el plantón en el Campo Militar 1-A y fijarán una posición.

Por desgracia el desgaste del movimiento por los nueve años transcurridos, los evidentes errores de dirección como la interferencia excesiva de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero y el vandalismo como “forma de lucha”, la toma de tramos y casetas de autopistas porque voló la mosca, no los colocan en la mejores condiciones, sino en una de desgaste y debilidad, por más que la causa de localizar el paradero de los estudiantes rurales sea completamente justa, aunque con alguna frecuencia aparezca en segundo plano.

Si falta o no información, la grabación de una llamada entre otras, eso sólo lo saben los protagonistas, pero suena a broma de mal gusto la advertencia –¿o amenaza?– de interrumpir el diálogo con el gobierno de López Obrador porque sin diálogo es harto difícil hacer política y menos en condiciones de debilidad, salvo que pretendan incidir en la coyuntura con la vista puesta en junio de 2024 y ganar aliados en las oposiciones empresariales, partidistas y mediáticas, representadas en el estrecho Frente Amplio y su desfondada precandidata presidencial Xóchitl.

O si de plano lo que importa es sentar en el banquillo de los acusados al Ejército como institución y no a personas físicas concretas, a mandos específicos, pues las decrecientes y limitadas filas en el movimiento no alcanzan para este propósito inviable.

En todo caso  el error básico es del gobierno de AMLO al privilegiar hasta el extremo, durante 4.8 años, a 41 estudiantes desaparecidos por encima de más de 100 000 mexicanos que están en la misma condición desde hace décadas, no en el último quinquenio como se quiere presentar.

Acuse de recibo

Como si la compleja tarea de la seguridad pública marchara sobre los rieles del Tren Maya, López Obrador le asigna tareas ajenas a su ámbito y responsabilidad a Rosa Icela Rodríguez, eficaz secretaria de Seguridad: primero las Tandas de Bienestar, después la regularización de los llamados autos chocolate en la frontera norte de México y ahora coordinar la renovación estructural del ISSSTE. Rodríguez Velázquez, a mi juicio, debiera concentrarse en lo suyo porque es vital para los mexicanos y el presente y futuro de la 4T… Plausibles son los avances del IMSS Bienestar, sistema orientado a 50 millones y que sustituyó al Instituto de Salud para el Bienestar, pero no es recomendable desatender al IMSS que los trabajadores y empresarios mantienen con sus cuotas, pues las cirugías todavía tienen un rezago considerable de tres meses cuando menos a un año… Va la frase de uso ordinario de la maestra emérita del Instituto Politécnico Nacional: “Soy espacio de gratitud y reconocimiento para nosotros. Con Gozo: Blanca Estela Roth”… “Amigas, amigos, les agradezco echen un ojo a este paso, si tienen interés en el tema y tiempo para conocerlo y, todavía mejor, integrarse al camino. Saludos afectuosos. Yuriria Iturriaga https://www.cruzadaporlamilpa.com.mx/objetivos.html”.

http://www.forumenlinea.com/    forum@forumenlinea.com    Twitter@IbarraAguirreEd

Salir de la versión móvil