Javier del Rey Morato, un investigador y académico español, escribió un libro donde demuestra que los políticos son manipuladores por naturaleza, engañan o mienten con tal de obtener sus propósitos. Y eso lo hemos visto, una y otra vez, en los políticos mexicanos. Unos manipulan porque tienen autoridad formal, otros porque cuentan con recursos y elementos para hacerlo. La cuestión es que, tarde o temprano, el circo se les cae. Es lo que acaba de suceder con Ricardo Monreal, el líder senatorial y tardía corcholata presidencial.
No se si haya alguna biografía del Senador Monreal. Si no la hay, algún día se escribirá. Sin embargo, quienes conocemos su historia, sabemos que en el transcurso de su vida política ha tomado decisiones, significativas y relevantes, que le proporcionaron poder. Así lo estaba haciendo en su carrera presidencial: pero todo cambio a raíz del encuentro de los senadores con AMLO. Fue el punto de arranque para “prefiero no ser nada, a traicionar a AMLO”.
AMBICIONES Y RUPTURAS.
Todo político tiene, en potencia, ambiciones de escalar, de subir, la escalera del poder. Cuando el PRI le negó la candidatura en Zacatecas, no tuvo empacho Ricardo Monreal de sumarse al PRD y gano la gubernatura. A partir de ahí su camino por la izquierda lo lleva con Andrés Manuel, por eso presume que lo ha acompañado muchos, muchos años, en la lucha por un proyecto político para México. Así, AMLO llego a la Presidencia de la Republica y Ricardo al liderazgo senatorial.
Ha mostrado, sin embargo, Ricardo habilidades para presionar, unos dirían para chantajear: quiso ser el Jefe de la CdMx; cuando vio que perdía, presiono con asumir otra bandera y logro la presidencia del Senado. Ahora, desde muy temprano, se conocieron sus ambiciones por la candidatura presidencial, pero no logro ser incluido en las corcholatas presidenciales. Se le atribuye, sin embargo, que opero para que MORENA perdiera la mitad de las delegaciones en la CdMx. Ahora, todo hace indicar, no lograra su propósito.
MONREL HIZO SU LUCHA.
Pretendió Monreal ser gobernador y dejo al PRI para lograrlo. Quiso ser jefe de la CdMx y no pudo, le dieron el liderazgo senatorial. En la lucha por la candidatura presidencial se rezago, cuando AMLO no lo descorcho; y no lo hizo, porque Monreal se puso a jugarle al vivillo: convertirse en interlocutor de la oposición y así abrir una puerta, por si se llegase a ocupar. Así perdió puntos, interlocución con AMLO: estas o no estás conmigo, hagan de cuenta que le dijo, y dejo de ir a almorzar a Palacio Nacional.
Llego a exclamar Monreal que es “Constitucionalista”, ya que es Doctor en Derecho; y con ese argumento, en más de una ocasión, le dio contras al Presidente, para quedar bien con la oposición, con los conservadores diría AMLO. Ya todo cambio, al grado que al principio festinaba que la Corte le enmendara la plana al Senado; y ahora, con el revés al Plan B, y con eso de que no va a traicionar a AMLO, hasta juicio político pretende hacerles a los Ministros que no atienden las instrucciones presidenciales.
AMLO LO CONOCE BIEN.
El presidente conoce muy bien a sus corcholatas: de la lucha izquierdista. Los papas de Adán Augusto le dieron cobijo en su casa, hagan de cuenta hermanos; en tanto que Marcelo y Ebrard se vincularon a su movimiento siendo ya, hagan de cuenta, políticos colmilludos, es decir, un camino y una formación fuera de su ámbito inicial. La cuestión es, por esa vinculación, y el camino que han seguido, los conoce bien, muy bien. Sabe el Presidente, que se la debe a Ebrard, pero su cordón umbilical no está con la 4T.
Tanto los conoce AMLO que ya logro que Ricardo Monreal se doblegue, le rinda pleitesía y le obedezca, ahora sí, ciegamente. ¿Qué le dijo? ¿Qué le ofreció? El caso es que Monreal salió de Palacio listo y dispuesto a violentar el debido proceso: ese por el cual los Magistrados invalidan el Plan B de AMLO. El constitucionaliza falto a su prédica, rompió con su prédica de primero la Constitución… Ahora, primero AMLO por eso ya hasta amenazo a la Suprema Corte con un juicio político: ¿perdió el juicio Monreal?