Mucho se ha dicho y escrito sobre la creatividad de los mexicanos. Muy particularmente en la música y en los guiones de películas, telenovelas y hasta en los programas radiofónicos nuestros genios fueron únicos.
El talento del mexicano pareciera se ha ahogado o que desde hace décadas está en crisis, por ello los ‘sabios’ del espectáculo nacional han ideado algunas cosas, como aquella disquera que con muy alta tecnología a ciertos cantantes los ‘juntaron’ con ‘muertitos’ como Pedro Infante; también el cantar con sinfónicas ha vendido bien.
La falta de compositores y guionistas llevó a los productores hasta a comparar libretos de películas extranjeras u obras de teatro con cierta fama y muchos años en carteleras de Broadwell, en Nueva York -ciudad natal del presidente gringo Donald Trump-.
El título de hoy se refiere a un operativo de seguridad de tránsito y vialidad que se implementó en la década de los años noventa, en la CDMX, por el 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe y los cientos de peregrinaciones a su Santuario de “La Villa†que atrae a miles de fieles por todas las carreteras a esa gran metrópoli.
El operativo de Seguridad Vial, hasta la fecha, inicia cada 12 de diciembre con las peregrinaciones y perdura a lo largo de diciembre por las fiestas familiares, laborales y hasta de barrios, colonias o pueblos; hasta el 6 de enero, Día de los Santos Reyes, cuando los niños, principalmente del centro del país reciben regalos.
Por esta razón el programa de gobierno se ha posicionado como el “maratón Guadalupe-Reyes†y se adicionó el mismo operativo con sobrevigilancia en las carreteras del país.
Son por lo menos ocho festividades las que se celebran en el Maratón Guadalupe Reyes, y a fuerza de decir verdad, el alcohol tiene presencia irremediablemente, y no falta algo más entre los jóvenes.
Las fiestas empiezan con el canto de las mañanitas en la Basílica y la serie de misas, danzas y cantos que los fieles hacen en honor a la Virgen Morena.
Las siguientes son Las Posadas, que son nueve y empiezan el día 16 del mes, que lo mismo son en los hogares católicos, que en escuelas y oficinas públicas o de la iniciativa privada.
Otra celebración es el día 24, Nochebuena, fiesta familiar, laboral o de amigos que se reúnen para cenar juntos y hacer el ya tradicional brindis a la medianoche.
El 25 es la celebración de la Navidad, que por cierto es una palabra de origen latino que significa “nacimiento†y que refiere al cumpleaños de Jesús, hijo de José y María.
El 28 es la celebración del Día de los Santos Inocentes, que recuerda la muerte de cientos de niños que fueron asesinados por órdenes del Rey Herodes ante su temor de ser destronado.
El último día del año, el 31 de diciembre, donde celebramos la llegada de un año que está por iniciar. Reunión de amigos, familia y de los compañeros de labores, donde se centran las mejores intenciones.
Finalmente, llega el 6 de enero, Día de los Reyes Magos, día de que los niños despiertan buscando sus regalos y generalmente hay nueva reunión familiar y por la tarde noche, se parte la Rosca de Reyes.
Sin embargo, el talento de guionistas mexicanos, les llevó a escribir como el título de este espacio y por los adelantos de la cinta, están significando borracheras tradicionales de los jóvenes del país.
El pasado viernes las carteleras cinematográficas del país exhiben la película que dirigió Salvador Espinosa, con guion de Erik Zuckermann, Harald Rumpler y Marcos Bucay y los productores Marco Polo Constandse, Ramiro Ruíz, José Nacif y Erik Zuckermann, Lupe Reyes.
De entrada me pareció que el operativo gubernamental de seguridad pública del país -Guadalupe Reyes- sirvió de inspiración para señalar que el matrimonio y el trabajo terminan por ahogar al ser humano y a dos hombres de 40, los exhibe en un ‘destrampe’ de jovencitos de 20 años de edad.
¿Dónde quedó la creatividad de los mexicanos, que ahora nos retratan en una cinematografía que denigra la cultura nacional?
Finalmente me parece una pena que el talento de nuestra gente se limite de tal forma que ahogue la producción de producto de calidad.
Y el gobierno no creo tenga nada que ver… ¿o sí?