En la contienda de 2021, en la que se elegirán alcaldes y diputados locales, el Partido Revolucionario Institucional tendrá lo que pudiera considerarse como la última oportunidad para tratar de regresar y ser la fuerza política que fue en Tamaulipas. Desde el proceso de 2016 a la fecha, el PRI ha venido a menos, con derrotas en la gubernatura, en la presidencia del país, alcaldes y diputados locales. Han sido zarandeadas de todo tipo. A lo largo de ese tiempo, la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI ha sido cambiante. Todo proviene desde que RAFAEL GONZíLEZ BENAVIDES dejó la presidencia para estar en condiciones de ser diputado local, cargo que está en vías de dejarlo. Como era secretaria general AIDA ZULEMA FLORES PEí‘A asumió funciones de presidente. Durante poco más de un año permaneció bajo esa figura, en el que no se emitió convocatoria para un proceso eleccionario que terminara el que dejó acéfalo GONZíLEZ BENAVIDES, quien tema aparte, ya no quiso saber nada tras perder la gubernatura, la mayoría en el Congreso local y alcaldías de la entidad. Después de AIDA, arribó a la presidencia del CDE SERGIO GUAJARDO MALDONADO, quien tuvo la oportunidad de sacar adelante al partido, pero los resultados electorales no fueron los esperados y se tuvo que ir. Perdió diputaciones federales, senadurías y alcaldías. Al reveló llegó YALHEEL ABDALA CARMONA, designada por el Comité Ejecutivo Nacional del PRI para hacerse cargo del partido y por ende, de la contienda para elegir diputados locales. Pese a una serie de modificaciones en los procesos para la elección de candidatos, se perdió los 22 de mayoría y de los que se asignaron por el principio de representación proporcional, solo alcanzo tres. En pocas palabras, al PRI no le ha ido nada bien, desde el 2016 a la fecha. Por lo anterior es evidente que el PRI requiere de una verdadera transformación. De ser posible ir a una elección interna para elegir al nuevo presidente del Comité Directivo Estatal, su secretario general y demás carteras. De los que abiertamente han mostrado interés en participar está ENRIQUE CíRDENAS DEL AVELLANO. Incluso, ha dicho estar dispuesto a ir a una contienda interna con los que demás aspiren, para elegir al presidente. Decimos que es la última oportunidad que tendrá el Partido, desde el hecho de que si bien el próximo año no habrá proceso, diremos que el año electoral inicia en septiembre y concluye con la elección de alcaldes y diputados locales a mitad del 2021. En esa contienda, se podrá sentar las bases y renovar estructuras de cara hacia la elección de gobernador que en este caso será un año después. No obtener resultados favorables el PRI en el proceso del 2021, sería tanto como esperar otros seis años para volver a aspirar a la grande en Tamaulipas. Desde luego que como cualquier político, a CíRDENAS DEL AVELLANO le interesa ser candidato a gobernador, sobre todo ahora que no hay línea de un gobernante como lo fue hasta hace unos años. ENRIQUE esté plenamente identificado con quien llegará a la presidencia del CEN del PRI en septiembre, es decir ALEJANDRO MORENO CíRDENAS y por tanto, representa un aliado para sus aspiraciones. ENRIQUE sabe que todo es paso a paso y por tanto, el primer objetivo podría ser la presidencia del CDE del PRI, donde no necesariamente tiene que ser presidente, dado que le puede dar la oportunidad a personajes como ELISEO CASTILLO TEJEDA o cualquier otro priista con capacidad, experiencia y conocimiento. Por principio de cuentas, al Partido le urge la llegada de un nuevo presidente estatal con el respaldo de los demás grupos políticos en Tamaulipas. De no ser así no se logran los objetivos. Un dirigente de tiempo completo y dispuesto a terminar el periodo para el que sea electo. Con la llegada de MORENO CíRDENAS a la dirigencia nacional del PRI, lo más probable es que en un primer paso renueve los cargos estatales, quienes serán sus aliados en esta nueva oportunidad de refundar al partido y tratar de regresarlo a los escenarios político – electorales de antaño. En fin.